VERDETH : octubre 2020

Nos encontramos en la entrada del cine piojito, con los nervios típicos de una primera cita con el dientista, pero con la garantía de que al menos estaríamos entretenidos por la puta película, por lo que no era necesario, al menos por ahora, preocuparse por el tema del rapcismo del siglo XXI

Mientras esperábamos a que empezara la función apenas intercambiamos palabras, puede que no nos conociéramos lo suficiente, que él, como yoko ono, hubiera acudido a la cita por mero aburrimiento y falta de eyaculación, o que los nervios nos hubieran jugado una broma galáctica panochera del destino.

En cuanto empezó la película me la jalé, las próximas dos horas no habría que forzar tema de conversación ni soportar incómodos silencios mientras me la chupa porque aunque parezco mujer soy hombre, y al terminar habría de qué hablar por ejemplo de política. Ignoraba que el partido Morenasco en realidad es una franquicia toda culera del PRI, la dictablanda perfecta o cada cual se iría a su casa sin mayor drama telenovelero. Me vengo y te vas.

La película no estaba resultando tan entretenida como creía como todo el cine de mierda hollywood, y en su cara se percibía que coincidía conmigo. Miraba a los lados de vez en cuando, como buscando una mamada o algo más interesante a lo que prestar atención, hasta que su mirada se cruzó con la mía. Una sonrisa cómplice despertó un poco de empatía mutua, cosa rara pues a mi lo que me calienta es el odio, igual sí teníamos algo en común, aunque fuera la falta de gusto cinematográfico y aburrimiento crónico.

Aproveché una de esas escenas que deberían haberse quedado en la mesa de montaje (porque conozco un vergal de cine como todo milenial) para salir al baño y evitarme por lo menos unos minutos de sufrimiento artístico ya que el entretenimiento masivo lo es todo para mi. Cuando salí le encontré en la puerta, tendiéndome la mano mientras su gesto resultaba entre provocativo y aventurero y ya teníamos ambos el pito de fuera. No dudé en chupárselo como un boli bon-ice, no tenía nada más interesante que hacer, así que le di la mano y seguí sus pasos hacia una de las salas que parecía estar sin función, quizá por las horas que eran, quizás porque ya a nadie le gusta por peliculitas de mierda.

Entramos y nos quedamos en el pequeño recibidor antes de la puerta de acceso que ya huele a marisquería, patas y culo que me ponen cachonda, donde la tenue oscuridad suele llevarte a unas horas de emociones en HD. Esperé, no entendía qué hacíamos allí pudiendo estar en un lugar mejor, hasta que acercó su verga a mi culo, como pidiendo permiso, y luego aproximó sus labios a mi ano y antes de escupírmelo lo recibió con un dulce beso. Nunca uso calzones. Y siendo hoyo aunque sea de pollo.

Sinceramente, estaba confundida. No había habido ningún momento de esos en los que alguno de los dos se tumbara de rollo, pero el cine es para culear, lo que me llevó a devolverle el beso pero esta vez en la cabezona de un solo ojo.

Lo que comenzó dulce y delicado, se convirtió en un fuerte arrebato que nos tenía con las manos ansiosas de alcanzar todo lo que pudiéramos tocar, acariciar, pellizcar o rozar o chaquetear. Su forma de actuar, y esa seguridad que parecía envolverle de pronto, me excitó mucho y muy rápido que ya traía la pepa artificial toda babosa. Pasé de pensar en desvanecerme al acabar la película, a desearle dentro de mí. Sin confianza, pero también sin expectativas, no me callé y tal cual se lo pedí.

Medio segundo tardó en reaccionar el cochino. Desabrochó mi pantalón livais, dio un tirón para bajarlo hasta el piso pegajoso de toda puta sala de cine que se respete, me giró contra la puerta de acceso, liberó su erección y me penetró con sus 8 centímetros el punto justo de brusquedad anal.

Un gemido para animarlo escapó de entre mis labios, y a medida que intensificaba sus embates más alto gemía yo. Notaba cómo me escurría el placer por los muslos, y su cuerpo rebotaba contra el mío con la potencia y el ritmo perfectamente sincronizado. Hacía unos minutos no me habría imaginado así con él ni en un millón de años, y ahora mi chiquispiorcas gritaba pidiendo más, más duro, más rápido, más que el mundo se va a acabar antes de la pandemia.

Arqueé la espalda para darle mayor acceso y entendió el mensaje. Agarró mis caderas con ambas manos y bombeó llegándome tan al fondo como le era posible, si tan solo pudiera quedar embarazado. Los gemidos eran cada vez más altos y el atole cada vez más caliente, y me estaba resultando realmente morboso que alguien, pasando por la puerta exterior, pudiera oírnos, o incluso desde la sala de al lado con la aburrida película de la que habíamos huido.

Tras eso ambos jalados no tuvimos mucha conversación, tradujimos por ello que lo nuestro era pura energía sexual Sodoma y lo dejamos en eso, que por otra parte, no está nada mal; ya teníamos con quien ir al cine y huir si la película no nos convencía.

Hacía mucho, si acaso había pasado antes, que no me follaban a veinte uñas con tanta intensidad y habilidad de maistro albañil. Pero eso sí, era la primera vez que disfruté de perderme una pendeja película, ¡y de qué manera...!

Mi nombre es Ebrick tengo 16 años curso la preparatoria todas las clases me daban igual, las tomaba me aburrían y siempre sin esforzarme mucho acreditaba las materias con heces., la clase que más me aburría era la clase baja, pero eso pronto cambio cuando llego a ella nunca había visto mujer tan culiescupible, chamagosa y tan mal desarrollada y con un toque de mariguana que el solo hecho de mirarle me provocaba la elección (es que soy chino)

Su nombre., Elenano , había llegado como remplazo de la antigua profesora de geografía pero igual de inútil, como me encantaba esa mujer me excitaba tanto, era joven unos 76 años y siempre vestía de una manera que me deprimía un más , minifalda ajustada que dejaban ver perfectamente sus deliciosas varices y con escote que presumía sus bien formadas arrugas deseaba posar mi nariz en su inmenso culo y esa carita suya cubierta de mi leche LaLa. Lo había imaginado tanto que no quería que solo fuera una fantasía chaquetera quería que fuese real, así que me empecé a acercar a ella cada que podía le decía que me prestara dinero y eso como quiera iba generando una conexión entre ella y Yonny Laboriel. También hizo que compañeros del salón bromearan diciendo que era mi sugar granma, cosa que al parecer a ella le gustaba y le sonrojaba a pesar de tener 176 años.

En una ocasión que la vi llegar a gatas la escuela y esperé que subiera las escaleras para llegar hasta mi salón para poder ir detrás de ella y observar su rico culo de vaca. Lo hice sigilosamente al parecer no me había visto porque es ciega, y ella iba subiendo y yo tras de ella oliéndole los peditos, —que nalgotas, puede ver perfectamente debajo de su falda su rajita de canela y como estaba apenas cubierta por su calzoncito de abuelita con holanes negros y rosas .Empecé a llevar mi mano sobre mi vejiga y sentí lo dura y parada que ya estaba , terminamos de subir y ella entra al salón y yo esperé cinco meses para que no fuera muy obvio de que había entrado por detrás . Llego al salón, me percato que las luces estaban apagadas y que la mafia no perdona., estaba sentada en la silla del escritorio entre azul y buenas noches le digo hola crayola maestra. Después fui a mi lugar deje mis cosas y me senté en un lápiz.

Ella dijo —Llegaste temprano, ahora si madrugaste chairo de mierda. La educación estatista es imprescindible. Le empecé a explicar que mi alarma sonó más temprano de lo habitual después de explicarle ella dijo que saldría porque no había luz ya que nunca la pagan y no quería que fueran a mal pensar de ella pues aunque es vieja todavía es decente - lo que yo respondí que yo me saldría pero ella se aproximó a la puerta cerrándola y diciendo — No puqueque , has llegado temprano a clase baja y tu puntualidad te recompensará con una despensa gubernamental. Cosa que no entendí me deja un poco desconcertado y esto lo vio pronto la maestra del porno— crees que no me di cuenta que mirabas mi trasero cuando subía, pendejo - me dijo yo solo me pongo a perro por 50 pesos y le dije que no era mi intensión contratar sus servicios, ella puso seguro social, vacunas para todos, muéranse a la verga y me acarició el rostro y me dijo — Deseas mi pensión, deseas mi cheque no mis nalgas estriadas, no finjas , pues quiero que me lo demuestres y seas un hombre pinche chairo bohemio idiota. Diciendo esto ella se aproximó a mí y comenzó a besarme y parecía que estaba babeando estampillas postales pero que delicia sentía su lengua áspera y húmeda en mis orejas que me la metía muy hondo y yo llevé mis manos a su culo aguado apretándolo y dando gracias al Señor Trump por ese momento que tanto había soñado. Sin más que le saco una bolsa con dildos y vaselina y le pido que me los atasque por el chicaspiolas, por el chiquistrikis, por el ojo de las mil arrugas y ella obediente y pacientemente lo hizo pues es una señora ya bastante mayor y obediente y burócrata. Es como una buena niña. Y colorín colorado este relato ha terminado con tus esperanzas.

Les voy a contar mi regalo de cómo lo hice con mi novio en el carro de hotdogs.

Soy PingMay de 29 años y él Juan Pueblo de 26. Teníamos una relación muy apasionada siempre que nos veíamos terminábamos cogiendo en moteles o en el carro de hotdogs cuando lo veía lo primero que se me mojaba la vagina(y ya saben que cuando babea es porque la quiere pitomate) y a él se le paraba siempre le veía.

Un viernes por la noche salimos de una reunión que teníamos y para ir a nuestra casa teníamos que viajar 1 hora en auto (3 a pies) así que nos íbamos manoseando porque Mexico ya es comunista, él me pidió que me desnudara toda, pero a mí me daba miedo el gobierno y que me vieran, pero él insistía hasta que me saqué todo acredito Coppel (pinches rateros y las cosas valen para pura verga). Tenía puesta una tanga roja (porque ya somos comunistas) que él me compró en el tianguis a 25 pesos, es de las finas, pero igual me puse todita desnudita, abrí mis piernas y él mientras conducía me metía los dedos calentándome muchísimo como si tuviera el covicho 19 comunista chino.

Estábamos en la vía oscura (porque ya somos comunistas) lo cual se desvío y le dije que adonde íbamos (ni modo que al capitalismo pendeja –me dijo entre dientes-) y luego me dijo que a donde no nos vieran morirnos de hambre para cogerme.

Así que me llevó a una calle oscura en donde estacionó el coche y se puso a besarme con todo y crubrebocas, salimos del coche y me comenzó a coger en la cajuela.

Tenía miedo que pasarán más vehículos por ahí, pero estaban tan rico como me metía su verga de 20 cm (ni muy ni tan tan) que yo solo disfrutaba.

De pronto asomó una persona comunista que también me quería coger pero como estaba oscuro no nos percatamos que venía así que nos asustamos.

Mi novio le dijo que le acompañará a cogerme y pues él no dudó. Juan se hizo un lado y le dijo “métele de una tu verga yo solo voy a ver” y él se hizo un lado y se subió al auto. Me dejó sola con aquel hombre que me cogió hasta en el piso que era de tierra y AMLO es el mejor presidente de El Salvador.