Soy hombre mucho antes que ser artista. Hombres y artistas abundan y más falta que hacemos. El artista se debe al público, a la creatividad misma. La meta de un artista es dar a conocer su arte a mucha gente y así trascender. No comparto esa visión.
Ser famoso es una pendejada. Dejar todo por el arte creo firmemente que también lo es. No dejaría ni el amor, ni mi a familia por mi carrera artística por la que además sólo he experimentado rechazo e incomprensión y muy poca satisfacción. He conocido a muchos artistas que están llenos de mierda.
Opino lo mismo de muchos artistas famosos y otros no tanto que me dan pena antropológica.
En cambio con la escritura me siento como albañil con dinero en un bar teibol dance en fin de semana o como pez espada bajo el agua para que me entiendas mejor. Y de la escritura no viene un ego enfermizo porque en realidad casi nadie lee. ¿A quien lee la gente actualmente, a Octavio Paz, a Borges, a Carlos Fuentes? No. Ya casi nadie los lee.
Quizás los académicos. La gente lee puras chingaderas en facebook mayormente. Y está bien, cada quien que pierda su tiempo como mejor le plazca. Igual los artistas, si apuestan todo por serlo yo los apoyo. El hecho de que el arte o la vida de artista no sea para mí no significa que la condene.
Mi obra artística se ha publicado mayormente en internet. En un antiguo blog (myspace) tuve 15 mil visitas. He vendido 50 discos compactos con mi música de rap y he regalado más de 300 CDs. En mi canal de YouTube tengo arriba de 3mil reproducciones. Miles de visitas en páginas de facebook e instagram. ¿ Y de qué me sirve todo eso si ahora mismo no tengo ni un peso de todos esos y estos escritos, canciones, dibujos o videos? Por ser artista no tengo fama, ni reconocimiento, ni fortuna, ni mujeres ni drogas? Ni siquiera tengo una buena vida social. Mis amigos verdaderos son tan pocos y casi nunca los veo. Hay suficiente de mí y de mi nombre, de mis creaciones. Es tiempo ya de dedicarme a otras cosas, por ejemplo a leer. Tengo decenas de libros pendientes. A escribir, tengo por lo menos 8 libros que quisiera publicar o colgarlos en internet ya de jodidos.
No pienso llevar mis textos a una editorial. Además a duras penas me doy a entender. En corto, en caldo: no considero ser un buen escritor. Escribo, pero no me considero escritor aunque muy seguido lo afirmo, como si quisiera que algún día fuese una realidad. Lo que es seguro es que aspiro a ser escritor pero no alto pedorraje, no de premio Nobel o Cervantes. Me conformo con publicar mis rollos en revistas, en el blog, en internet sin hacerla mucho de pedo. No me gusta viajar, no me gusta salir demasiado, no me gustan las reuniones ni los lugares con demasiada gente como en la pinche feria del libro en Guadalajara. Tampoco pienso venderle ni un jodido garabato ni un poemiado, ni una entrada en redes sociales al gobierno de México de ningún tiempo porque detesto la política y a todos los políticos por igual. Quisiera que existieran más artistas que "influencers", más gente que se cuide y menos gordas haciendo el ridículo y moviendo sus tambochas en tiktok.
Bueno, en realidad me da lo mismo que las obesas bailen en tiktoks si eso les hace sentirse mejor. También me da gusto por los influencers pendejetes que ya por lo menos en youtube sean alguien. Pero de que hay gente más talentosa, preparada, inteligente y creativa y que merece más atención, siempre ha habido. Hay artistas que nacieron para el éxito, para ser amados y famosos. Los que no tuvimos "éxito", suerte, apoyo ni dinero sólo nos queda enseñar, aconsejar, formar, apoyar desinteresadamente a otros artistas por siempre. El arte se nutre del arte.
No todo lo que escupe un artista es arte.
Unos escupen y escupen y ni siquiera son artistas sino seres trastornados, desatendidos que buscan en sus seguidores el amor que no tuvieron en casa.
No es mi caso porque yo jamás me he sentido satisfecho ni querido cuando me expongo públicamente. He pasado 11 años sin subir a un escenario. Así que un artista estrictamente hablando no lo soy, no es vital el arte ni los artistas para mí, no va mi vida en ello. Para mí el arte genuino, el que dice cosas reales y que a nadie le gusta, es inviable. Y eso es lo que hice y no me vanaglorio.
Verdeth