Rocco 71 años, vocalista de Maldita Vecindad.
En cualquier concierto de Maldita Vecindad de cualquier año y en cualquier lugar y siempre es lo mismo: el cantante a duras penas entonado nunca quiso aprender a cantar ni a tocar un instrumento, él y sus choros chairos antes de cada canción, se pone a brincar (pesa 50 kilos y tiene como 70 años) y anda tirando el bofe desde antes. Otra cosa: ¡dicen que son una banda de rock! No manchen. Pinches cumbias aceleraditas que tocan. Todos los rockeritos mexicanos son cumbieros y mamarrachos.
Sus canciones dan ideas a la banda, a su público que por lo general son muchachos que nacieron luego de sus años de éxitos musicales hace 30 años y desde entonces Maldita sigue en una espiral de decadencia y en su más reciente disco optaron por decirle abiertamente a su público que el futbol como negocio no sirve, no nos representa. Que el mejor futbol es el callejero, el que se juega con los amigos en los terrenos baldíos. Si, eso creen. Y bueno, dudo de que convenzan a alguien.
Que la Maldita Vecindad se identifique como grupo de rock es igual a que yo me identifique como tenor. Tengo mi propio estilo de ser un cantante tenor si me lo propongo y visto como un tenor, soy un tenor. Aunque a Maldita Vecindad ni el vestuario les ayuda, visten como teporochos con harapos de la paca del mercado ambulante, a 5 pesos la pieza todo en la mesa llévelo barabarabara. Y hay bandas de rock que son pura imagen y no salen de su lineamiento guitarra, bajo y batería, como Kiss, pero ellos por lo menos sí tocan rock vetusto pero rock al fin.
Rocco, gritante de Maldita Vecindad defiende a capa y escapada la libertad de expresión...del izquierdismo. Del libre expresar de los indígenas y los progres, de los chairos. Nunca por los periodistas críticos del actual gobierno, por ejemplo Loret de Mola. Los conservadores no le maman. Sin embargo es pachamamerto, ecoloco, chairo, activista, dj, orador, cholo, pachuco, trasher, rapero, progresista, comunista y guadalupano. Esto último quizás sea un gesto hipócrita.
En fin, sigue la maldición del vecindario.¿hasta cuando, Rocco, hasta que la gente deje aplaudir ,como decía el amanerado Bisonte Fernández?
Verdeth