jueves, 23 de junio de 2022

MATAMOSCAS


 

En el año 2021 produje más temas y albumes que en 15 años desde que comencé a grabar. Al parecer ya con MATAMOSCAS cierro la trilogía de música mala junto con Modos Mundanos y Malandros Motorizados del año pasado. Voy a darme un break creativo porque he notado que ya estoy en decadencia y si he de seguir en la música ahora quiero hacer algo mejor y más trascendente, de ser posible porque no soy músico. Hago música de diseño y la acompaño con mis poesías, alucines y otras inquietudes pero de eso a considerarme músico hay mucho trecho. Estoy bien cabrón, soy un genio y mi vanidad es meramente intelectual-creativa porque hago cosas que me funcionan y que no son un parloteo de botarga, no soy un pendejete que habla de tonterías que busquen conectar con la mediocridad imperante por ejemplo de las redes sociales. Dale like a mi video, toca la campanita, comparte y suscribite a mi cuenta oficial. Esos yutuberos me cagan, como si uno no tuviera mejores cosas que hacer que estar viendo a pendejos en youtube. Ya hice un chingo de canciones, ahora viene leer ya que tengo como 90 libros lista de espera porque he estado escribiendo. Así le hago, un tiempo leo, luego escribo, otro tiempo dibujo, otro tiempo hago canciones de rap crap, trabajo y escucho música desconocida, veo tv para acentuar mi santa misantropia. Me reuno con poca gente, con gente que no es botarga parlanchina, que no es pájaro nalgón sin nalgas, con gente que deja porque si no deja esa gente apendeja. Con esa gente confiable, que no es covidiota, gente que no usa ya cubrebocas. Yo no hablo con gente que usa cubrebocas a lo pendejo.

En el arte se hace lo que se puede con lo que se tiene a la mano y según uno sepa mover la nalga para que se realicen los proyectos. Porque es una chinga componer, grabar, cantar, bailar, promoverse, ser manager, ser el propio enfermero, vender boletos, barrer al acabarse el evento y también lavar los trastes. 

Cuando uno ama pierde amor para sí mismo. El amor al arte ha sido para mí una maldición porque exige todo de uno y no da para vivir o más bien no le he sabido hallar el modo. Pero ya poco a poco estoy haciendo cada vez lo que me da la chingada gana y me importa un chorizo lo que la gente opine mal de mí. Tomo lo bueno de todos aunque sé que no tengo mucho juego con eso, no llegaré muy lejos en estos tiempos complicados y está bien, tengo una obra que me respalda, tengo dinero para mis cigarros y mis tortas del Chavo, no le debo nada a nadie ni siquiera una disculpa.

Ya me aburrí de escribir de esto y lo otro, lo único que no me aburre es hablar de mí mismo y de mis propias ideas. Me amo, me beso, me acepto. Felcididad: ahí te voy. Creo,


Verdeth