viernes, 4 de diciembre de 2020

LA CORRECTA LIMPIEZA DEL CULO



¿Qué sucede cuando estamos en ciertos momentos de intimidad que al desnudarnos percibimos un olor a marisquería, a veces más que penetrante?
Es casi siempre porque ya sea el hombre o la mujer no se limpiaron bien el culo.
 
Porque aunque parezca difícil de creer hay mucha gente ya mayor de 13 años que si uno olfatea por sus nalgas, aun con ropa puesta, huelen mal. A caca, a sudor... ¿Yo qué sé? Pero que nos hace sentir pena antropológica y nos remonta a replantearnos algunas dudas.
¿Acaso yo me limpiaré el culo tan mal como tal persona?
¿Qué olor tendría mi culo? ¿Cómo saber si uno se limpia bien el fundillo?
 Hay gente demasiado limpia que no soporta ver ni su propia popó y cuando terminar de obrar discretamente se abre una nalga con la mano izquierda (los zurdos se abren la nalga con la derecha) y con la otra se dan varias pasadas de papel alrededor del ojete.
Muy pocos, yo entre ellos, envolvemos alguno de nuestros dedos en papel higiénico y procedemos a ensartárnoslo en el ano por lo menos un poco mas allá del metacarpo a fin de la limpieza anal sea a profundidad y no solo superficial porque creo que el meterse el dedo  y limpiar el recto bien no ocasiona el típico olor a culo.
 
Hay quienes solo se pasan 2 veces el papel y así se suben los calzones y a cada paso y pedo van impregnando el aroma desde su cuarto a su área de trabajo, sobretodo los gorditos que se la pasan a dos nalgas “trabajando” con el chat abierto haciendo cosillas en computadora.
Recuerdo a un ex compañero que le olía el culo ha puesto de birria con cebolla y cilantro y chile y eso que no había ese tipo de comida cerca de donde trabajábamos.
Yo me he llegado a pasar el papel  17 veces y aun dudar de la limpieza de la zona al subirme los pantalones. Luego regreso a la reunión y oigo a la gente hablar pero no tengo muy claro lo que dicen o me quieren decir.
 Como no tomo más que una copa de vino muy de vez en cuando y por lo general la música no me gusta en las reuniones pequeño burguesas solo hay una interrogante en mi mente esas noches:
 
¿Me habré limpiado suficientemente bien el culo?
 
Y regreso al baño cuando la intriga me pone a sudar frío y tomo un pedazo de papel higiénico y abro un poco la llave sobre el papel pero sin ensoparlo y me lo vuelvo a pasar 2 o 3 veces y ahora sí, a verles las nalgas a las asistentes e imaginarlas en todas las posiciones sexuales que hay en mis películas mentales. A veces se me lanzan algunas chicuelas pero nunca les hago caso porque no me gusta la idea de ser cazado ni casado.
Los papeles usados siempre los aviento al retrete porque no hay nada tan de malísimo gusto que hacer las necesidades fisiológicas a un lado de un bote de basura lleno de mierdas colectivas.
En otras ocasiones he visto hasta toallas femeninas sangradas y volteadas hacia arriba saliendo de con los papeles arrugados con cacas de varios colores y formas.
 



El bote de basura en el baño es para echar las toallas femeninas debidamente volteadas, los pañales de bebé, los rastrillos desechables, los jabones ya muy usados y con pelos, envolturas, etc. No para ir coleccionando la cagada y verla ahí justo mientras estamos sentados expulsando lo que cuerpo ya no necesita.
Para quien no sabe los papeles se pueden echar al escusado, al cabo que con el agua se deshacen. Claro que si a veces por la crisis se limpia la gente el molacho con papel periódico, pues el baño se puede tapar. Además de pasarse la química de la tinta y el papel impreso por el Aniceto Mofles.
 
Se dice que en tiempo de guerra, o sea, en tiempos de escasez sexual, cualquier hoyo es trinchera. O sea, no ponernos muy exigentes con quien nos da las nalgas para un sano esparcimiento.
En efecto, pero ese hoyo por lo menos debe estar aceptablemente limpio.
Porque soy capaz de cogerme a cualquier animal pero en la selva de concreto debe haber limpieza y dinamismo.
La persona en cuestión, sea hombre o mujer, debe tener el chicaspiorcas escrupulosamente limpio. Que se nota la felicidad en la cara, que la cola le huela bien y todo es posible. Aunque yo estoy más allá del sexo.


 
Si en cambio se es una persona gorda, triste, que todo el día está a 2 nalgas,  y que come muchos tacos varios del puestillo de la esquina, y su asiento no tiene un cojín integrado que atrape los pedos, difícilmente a gente así le va a oler bien el ojo de payaso.
Así que ya lo saben amiguitos, varias pasadas después de ir al baño incluso mojar el papel, lavarse bien las manos y ser feliz, vivir al día y todo en la vida es posible.