Entiendo que las mujeres bellas se sientan muy valoradas y codiciadas por lo menos en un lapso de 10 años, de dus 20s a los 30s. Muchos hombres las asedian, las alaban, a ellas les gusta y está bien, que lo aprovechen.
Personalmente yo sé que, con o sin protección condonera, las relaciones sexuales se sienten casi lo mismo. Y les huele muy parecido, dependiendo la edad, los periodos, la higiene personal y, pero por supuesto, la cantidad de parejas. Lo intuyo. Digo, tampoco soy un experto en mujeres.
Sólo un esclavo del impulso biológico se hace a la idea de que cada mujer que posee es muy diferente a la anterior. Se autoengañan. La diferencia verdadera en las mujeres radica en su mentalidad, en la conexión emocional, en su autocuidado o bien en el descuido de su peso, de la higiene, de su cultura o de sus carencias intelectuales. Eso y no sus cuerpos es lo que hace la diferencia en un encuentro íntimo. Pero esas cosas a quien le importan ya. Así las ha formado la liberación sexual y ya no saben de otra más que ajustarse a esas costumbres y se repite ese ciclo biológico valiéndose de esas necesidades primarias para garantizar, creo yo, los rituales del apareamiento y reproducción.
La mujer entrega sus mejores años a hombres que no valen la pena sin saber que se devalúa. Ya después nadie las toma en serio. Los hombres pierden su energía vital, su pólvora en infiernitos. Y se sienten los mejores mientras más mujeres los descremen. Y estas no sólo les drenan la energía, les bajan su dinero y luego los cambian por otros y así mientras puedan. Y su mentalidad es "la bailada nadie me la quita". O que el chumino no es jabón que se desgaste, a darle uso que para eso es y así por siempre.
Y es que hasta las mujeres más feas, sucias, gordas o deformes, siempre cuentan con un machito que les rasque la mina de cacahuate. La mujer debería tener algo más que ofrecer que la vulva porque ni la vulvacracia actual es suficiente per se. El hombre tiene una desventaja histórica. Es tiempo ya de evolucionar y que la humanidad no tenga el sexo como máximo satisfactor y aprenda de la soledad, ser libre, conocer y saber y no sólo estar pensando en el sexo.
Pensar un poco por lo menos en la grandeza, en pulir ese Yo que mira al cielo o al horizonte y ya no sólo para abajo, ya no ser esclavo de las féminas ni mucho menos un borrego agachón, evitar ser masa. Vale la pena intentarlo.
Deth
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