Es por eso que los políticos de hoy parecen standuperos, por su narcisismo, un egoísmo de mierda con la percepción de la realidad bien alterada, que es negación que favorece la corrupción. De allí surge el humor, hasta el humor voluntario. Si yo soy narcisista es algo que odio de mí mismo, no lo utilizo para darle fuego, aun con éxito, metas, obra y cierto respeto de ricos o pobres, y uno puede sentirse un verdadero fracasado. Por ejemplo yo he hecho mucha obra artística. Mi satisfacción fue la creatividad misma. Pero allí está, un tanto en redes sociales otro tanto en un baúl, en memorias usb, en libretas, en mis recuerdos.
No obtuve el reconocimiento esperado y mucho menos he podido vivir del arte, quizás no es mi intención. Si el éxito requiere de una constante en relaciones públicas, ya valí pito; no las tengo. Me da mucha hueva la gente. Me gusta creer que del arte puede vivirse pero fantaseo.
Como pintor he vendido pocas obras. Como escritor no he ganado más que problemas. Igual como caricaturista aunque había veces que recibía paga simbólica por mis dibujos. No vale la pena ser caricatutista político. Los políticos son reptiles, yo no pienso humanizarlos más con mi arte, no se lo merecen.
Me caga la música. Le tengo poca tolerancia. El rap es un arte expresión pero no es música. Sólo me escucho a mí mismo, a nadie más. La vida es muy corta como para llenarse la cabeza de puras pendejadas. Comparto mis creaciones pero sinceramente no las recomiendo. Por nada del mundo me expondría en público. Mis rodillas hacen un ruido espantoso a puerta vieja.
El rap es un arte menor exclusivo de negros marginales, yo sólo les robé el método. Robar en el arte está bien. Muchos les siguen robando a los negros su "arte". Ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón. Si digo que hago rap me siento un estafador. Soy más intelectual. El mundo no gira, involuciona. Los muy tontos creen que soy nihilista. Es mejor callar. Muchos exitosos son blandengues. Los fracasados somos más duros que un pan de 3 días. El fracaso es económico y generacional. Nomás. Yo no me llevo bien ni con los de mi generación, la X. Generación de perdedores.
Me ocupo de lo espiritual porque en éste plano el fracaso nos espera a la vuelta de la esquina para llevarme al olvido. Pero no salgo. Aquí sigo esperando el momento con piedra en mano para cuando se aparezca pueda yo descalabrarlo.
Deth