jueves, 2 de octubre de 2025

HALLOWEEN NADAQUEVERIENTO


Oh, cuanto me gusta escribir de cosas que aborrezco. Una de las palabras de moda más empleadas en las redes sociales y que han llegado al habla cotidiano es "nadaqueveriento" nada que ver, su origen. Que algo es indigno, insustancial, desfasado, ilógico, que está de hueva, din chiste, poco interesante, absurdo o que es una perdedera de tiempo. Así es la festividad más pendeja de USA: El halloween. Eso sí, goza de una gran popularidad y marketing en los Estados Unidos y en México por los disfraces, por los dulces, por las miles de películas temáticas. Treak or treat, dulce o travesura. Triki-triki jalogüin. Festividad de otoño. Halloween es también un fetiche sexual. El otoño de calzones.
A las brujas el halloween las pone cachondas. Las morras saben que en ese día las posibilidades de un encuentro sexual casual se incrementan, cosa que aprovechan los antros, restaurantes y hoteles de paso, tan llenos ese día como el 14 de febrero, así como el alcohol, los preservativos, la industria del dulce inicia su mejor temporada, los maquillajes, las máscaras de látex, de luchador...en fin. Qué idiotez. 
De hecho no encuentro una buena razón para seguir escribiendo de esto pero como no hay paga ahora se chingan. El halloween es algo más que disfrazarse de momia, de power ranger, de vampiro, de enfermero...de power ranger puta, de momia puta, de vampira puta, de enfermera puta...para los gringos el halloween es mucho más importante que navidad y el día de acción de gracias. Eso es algo muy frívolo, muy hipócrita y gay. No entiendo porqué les mama tanto el halloween a los bajacalifornianos. ¿Tan aburridos están? Quizá sólo disfrutan el momento, la tendencia. La "cultura" estadounidense no tiene nada de malo, tampoco nada de bueno. No es odio pero mucho menos amor. Es una rareza. Es lo que hace unos años tanto se odiaba y se temía "efectos de la globalización". Se puede afirmar que el halloween se enquistó en la cultura global. 
Aunque en realidad son pocos los niños que ese día salen a pedir dulces. Ya casi nadie regala nada. Pero el halloween ya es tan inevitable; es como limpiarse el culo luego de tirar la mierda, porque estamos civilizados y no queremos andar culicagados. Yo no doy nada. De hecho apago las luces por si a los hijos de los vecinos se les ocurre salir a pedir dulces con sus disfraces todos humildes hechos de harapos y pinturas. Ignoro de que disfracen pues siempre andan así.
 Algunos culeros dan dulces con grapas, frutas con agujas; nunca hubo dulces con droga, nadie regala drogas. Halloween evoca una oportunidad para hacer todo lo que está mal de cierta manera impunemente. 
No sólo es una festividad mala, también es invariablemente estúpida. ¿Qué es esa pendejez de poner esqueletos, telarañas, muñecos sin cabeza, espantapájaros y brujas? Las reputas brujas, como si hicieran falta...los gringos tienen todo el derecho a decorar sus casas como gusten y gastarse miles de dólares en su festividad pagana toda pendeja ¿Pero los mexicanos? Tenemos la libertad de hacer lo mismo pero no deberíamos. Hay que dejar ser la pendejez ajena. El respeto a la pendejez ajena es la paz. Acá tenemos una fiesta de muertos real, religiosa, trascendente, noble y bella. No es necesario apropiarse sustitutos todos culos, grotescos y falsos y sinsentido, maldita sea.
Y no dudo que algunos luego de leer esto estarán pensando cómo decorar su cuchitril, qué dulces regalar o a donde salir ese pinche día. Gente que le gusta el sabor y consistencia de sus mocos, seguramente.

Deth