Siempre he sido aficionado al boxeo. Por lo mismo me siento con el deber de informar que el Canelo es todo lo que gusten: buena gente, buen deportista, buen empresario; lo que no ha podido ser es un boxeador real. Tiene miedo que un boxeador pobre, con hambre de triunfo, lo medio mate a trancazos.
Desde antes de Golovkin ya compraba a sus adversarios. Ese tipo lo pudo haber hecho pedazos, pero ganó el dinero. Nadie quiere matar a la gallina huevos de oro, paga bien la Canela.
Me es indiferente su éxito, su carrera boxística porque es sólo un actor, un personaje que pierde credibilidad en cada show, porque eso no puede ser una pelea seria.
Otro pseudoboxeador mexicano con mucho menos credibilidad y que ha pisado un ring y comprado todos sus títulos es Jorge Kawagi, el "Caguachichis". Si este güey de hule, boxeador sin pegada y sin entrenamiento, encima pésimo actor, pasa como profesional con un "boxeador" con más credibilidad podemos hacer grandes negocios -dijo la mafia del box-. Y apareció el Canelo y sus peleas arregladas. Pura pinche robadera, estafar a la afición que cada vez que pelea ese payaso del Canelo se van a los antros, hacen apuestas con gente y con casinos. Difícil de ver, difícil de creer.
Conecto con el boxeador, con el talento, sin importar de donde sea. Mucha gente triste y sin conocimientos básicos están ladrando que Canelo está poniendo muy en alto el nombre de México. ¿Qué tan alto? ¿Cómo un empresario exitoso pone en alto el nombre de un país? Ni Walt Disney oye. Está bien que te gusten las actuaciones del Canelo Alvarez pero de ahí a "poner en alto el nombre de México" hay mucho trecho. Un despropósito porque a un boxeador no lo hace un país, se hace a sí mismo con disciplina e inteligencia, con fuerza.Y en el caso del Canelo, pagando muy bien a sus rivales para dejarse ganar.