“La leche es crimen y el queso exterminio”
Anónimo
La leche es un alimento vital y 100% nutritivo. Pero sólo para los becerros. Una vez que al becerrito le salen dientes y muelas, mamá vaca lo mantiene alejado a patadas de sus ubres. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expulsado la leche de los alimentos nutritivos y necesarios. Y es a la mar de sospechoso que un organismo de la ONU, del nuevo (des)orden mundial, haya considerado ya la leche como un alimentos innecesario si lo que ellos buscan es reducir a la población mundial o por lo menos enfermarla para venderle las medicinas de todas las enfermedades que ellos mismos crean. Ha de ser porque en muchas organizaciones gubernamentales están muchas personas de bien o puede ser que la leche sea tan dañina para el ser humano que en un futuro no muy lejano impida a la humanidad que la consume a funcionar con los estándares mínimos de salud.
El caso es que evitar el consumo de leche en el tercer mundo será una tarea titánica pues para comenzar la mayoría de los mexicanos creen que no pueden vivir sin beber a diario tremenda porquería. Es tanta la demanda de leche que las compañías lecheras no les queda otra opción que producir una suerte de leche artificial y un sinfín de productos en base en base a esa excrecencia de vaca. Para esto alimentan a las reses con comida genéticamente modificada, le inyectan hormonas para que la carne y grasa (leche) consigan mayor volumen, alimentos y cochinero hormonal sintético que acaban en la leche cruda que la industria después le echa agua y “vitaminas” y quien sabe qué más cosas para producir mayor cantidad de lácteo y que nosotros terminamos tragando una suerte de agua con pintura con un poca leche original de vaca, pero suficiente en cantidad para enfermarnos y volvernos adictos a la sustancia.
Agua, grasa, pintura y químicos
Y por esa razón tanto nosotros como nuestros hijos engordamos y nos llenamos de hormonas, químicos y grasas totalmente innecesarias y que no nutren en lo absoluto.
La leche “nutre” porque cuenta con una eficaz campaña publicitaria desde hace décadas y están preparados para todo tipo de contingencias. “¿grasa, agua y químicos consumidos a diario nos afectan?” Por supuesto que sí. Entonces la gente decide mejor tomar leche light, leche semidescremada, leche deslactosada, leche con fibra, leche de soya (que ya vimos que la soya es un abominable experimento genético para aniquilar vegetarianos) leche de arroz, leche de almendras, y ya sólo falta que vendan leche de ratas, leche de puerco o de changa, si no es que ya lo hacen y aun no llegan estos productos a mi pueblito alejado de la civilización, lo cual representa una ventaja vivir apartado de las ciudades.
Lo que es una realidad es que el pueblo todavía no puede vivir sin beber leche que es un producto insano que a pesar de ser barato, es caro para la vida saludable. Lo barato sale caro, nunca lo olvide. Desde hace mucho se producen bastantes melcochas y menjurges con base en los lácteos como el yogurt, crema, gelatinas o dulces. Porque los empresarios sin escrúpulos saben que somos lipómanos, adictos a las grasas animales, y que es casi imposible que la gente abandone ese hábito de beber leche.
beber leche te hace gay
Mucha gente, sobretodo mexicana, que lea esto les importará un sorbete y seguirán tragando leche a diario creyendo que se trata de un mito más de la internet a los que es conveniente nunca hacer caso ni darle la mínima consideración porque la leche “sabe rica” porque la toman desde que son niños, porque papá y mamá la tomaron, porque el café no sabe bueno sin leche y un millón de pretextos más.
Por lo tanto mientras nos quedaremos con el campeonato mundial de obesidad gracias a nuestra necedad y que en gran parte contribuye el mal hábito de beber leche y sus derivados mezclados con azucares y químicos de extraña procedencia que no aportan nada bueno al organismo y que por el contrario sí lo enferman y matan.
Si usted toma leche, tome en cuenta el dicho de mi sabia abuela cuando alguien hacía algo malo: “En su salud lo hallará”.
Diga NO a la leche!