sábado, 8 de junio de 2024

UN SUEÑO MÁS

En mis viejos trebejos del patio de mi casa estaban mis botas de luchador color verde. A la bota izquierda le faltaba la suela pero no me atrevía a tirarlas. Al levantar la bota derecha salieron cientos de pequeñas abejas grises y me comenzaron a picar los brazos, el cuello y la cara. Todo mi cuerpo ardía de dolor. Como pude llegué adentro de casa donde por cierto estaban mis primos que ya tenía muchos años sin ver. La carne se me caía a pedazos en todas partes donde me habían picado ante la indiferencia de mi parentela. Mi madre les preparaba de comer, trajeron a un amigo que sabía mucho de medicina y ciencia y el tipo hablaba y hablaba como si no hubiera un mañana mientras yo tenía el aspecto de un zombie despellejado. Nadie hizo nada por mi, nadie me ayudó a morir, me dejaron ahí y ellos siguieron cada quien en lo suyo.

Deth