miércoles, 27 de julio de 2022

A LA ÑÓNGA PUES




Qué hueva da vivir, no sé si en estos tiempos, en este país, esta región o hasta en el propio cuerpo. Sin cuerpo no hay alma. Bueno y últimamente me da mucha pereza todo lo relacionado a lo social, también a lo familiar. En lo cultural no se diga. Necesito saber que soy bueno para algo en un círculo social o familiar para que ocasionalmente los visite de buena voluntad. Si mi presencia no produce felicidad, servicio, ayuda, confianza o bienestar simplemente no voy. A mi no me gusta que me hagan lo mismo, que se me acerque gente que no me hace feliz, es algo que no se lo deseo ni a los payasos. Necesito saber que mi presencia les agrada, no hace falta que lo digan, porque se siente. Igual con amigos y conocidos nuevos si no me expresan gusto, alegría o interés por mí me da por irme y cuanto antes mejor. Listo, bañado y cambiado para una fiesta hago acto de presencia, saludo a algunos, me regreso a casa fresco aún oliendo a loción. De esa forma evito ser infeliz y hacer infelices a los demas. Estoy solo aunque tenga familia, amigos y conocidos. De hecho cuando estoy en compañía de gente a la que no hago feliz es cuando me siento más solo y filosofocado que cuando estoy solo en casa porque mi compañía son mis libros, mi computadora prehistórica, mis dibujos, canciones y mis juguetes. La compañía de mis libretas. Estas cosas sí que me demuestran que las hago felices y por eso son imprescindibles. Pero con mi gente yo ya perdí la fe en la humanidad entera. Ya no se sabe, de la gente que me queda, de donde vendrá la infelicidad, la hipocresía, la indiferencia, la envidia, el odio y la mentira. Todo eso que surge cuando alguien no es bienvenido. Le ruego a Dios no conocer a más gente, con la que cuento ahora ya sabré cómo deshacerme de ellos mandando a la chingada a la menor sensación de no amor, de no interés o de no aprecio. Si no les agrado sigan como hasta ahora: siendo indiferentes, nunca procurarme, demostrando que no los hace felices mis palabras, mi presencia, mi servicio pues a la ñónga ¿Saben? A la ñónga. A la verruga.
Ni arrieros somos y en diferentes rumbos andamos.

Deth