No es concentrarme sólo en lo negativo. El mal, el castigo, el infierno de los otros es evidente. No es casualidad de que el arte moderno sea una puta mierda. Ya no dice nada más que eso es todo, que el arte actual es pura basura. No es bello, no es necesario tener talento para hacerlo, no dice ninguna otra verdad más que el mundo ya no va a ninguna parte. Todo lo que le gusta a la mayoría de la gente es una bazofia.
Los políticos hijos de la chingada de hoy ya no les importan las ideologías del siglo pasado, por decir. Sólo se preocupan de crear alianzas, consensos, acuerdos y tranzas para seguir engañando a la pobre gente pendeja que no es pobre por la precaria situación económica programada desde las cúpulas del poder en complicidad con las mafias económicas sino pobreza de poco entendimiento de la realidad, de la situación en la que está el país en caos provocado por la oligarquía.
Es la clase política y el estado contra el pueblo. Las pruebas ahí están. todos los días la oligarquía pone a sus rateros consentidos a chambear convenciendo a la gente, a los jóvenes, a los ancianos que reciben sus dádivas, a sus informadores e incondicionales a que sigan indolentes esperanza y no reciben más que división, mentiras, engaños. Porque esto es que los amos tienen amos mayores y estos no tienen otro amo que el mismísimo demonio.
No hay posibilidad de contrarrestar los ataques de la oligarquía, ya nos tomaron la medida. A leguas se ve que ellos, los satanases, los controladores, los narcogobernantes, todo el mal en sí, se desarrolla mucho mejor que todo el bien junto. De esta sólo nos salva Dios. Pero recuerda que estamos siendo castigados. La democracia es un virus. Y si la cultura fuera buena estaría prohibida. Quien iba a pensarlo que la cultura y sus agentes juegan contra el pueblo.
El filósofo materialista Gustavo Bueno reconoce la importancia de la escolástica en la vida intelectual de la hispanidad. Al parecer esto fue minado por un humanismo indeterminado, mismo transhumanismo que proviene de los Estados Unidos y sus grandes corporaciones para de una vez implementar un cada vez más cercano nuevo orden mundial psicópata y distópico de la cultura postcovid que fue un ensayo de pedote mundial. Crear problema y vender solución. Y ya, ellos salvando a la humanidad. Así como los lobos salvando a la jodida borreguiza todo el día consumiendo un estúpido entretenimiento que va drenando el alma creativa y el alma social gracias a la popularidad de la malditas redes sociales. No hay razón para estar positivo.
El sistema demoníaco mundial ya está en funciones, lo tenemos aquí. Este ha invertido todo, en el altar del demonio sufrimiento es placer, la mentira es verdad, lo bueno y verdadero es malo y todo lo malo es agradable, deseable.
Así nos está castigando Dios, amamos, toleramos, anhelamos la maldad. Nos queremos beneficiar de ello. Quieren que todos los días sean un puto halloween, día de muertos y carnaval. Mañana, tarde y noche.
La humillación comienza en la escuela pública en donde nos dicen una vez que las naranjas tienen vitamina c pero miles de veces que los humanos provenimos del chimpancé. Eso y que no somos nada más que un trozo de caca flotando en el vasto universo. Algunos sí parecen descendientes de los changos pero no. Creer en la teoría evolutiva es denigrante. La pseudociencia juega en nuestra contra.
Que la humanidad ya no levante catedrales ni basílicas con arquitectura tradicional es una prueba de que ya no se profesan ideales, que ya no se ama a Dios. Y por eso Dios nos castiga tanto, no tenemos una buena relación. Estamos bien jodidos. Y si nos sigue castigando es por amor, para corregir el mundo. Pues eso apenas en unos cuantos a nivel individual. Colectivamente estamos fritos. En el Diluvio bíblico Dios castigó dejando caer las aguas del cielo y cubrieron esta pecera. El segundo gran castigo divino a la humanidad será con fuego. Entonces quienes se burlaban de nosotros por creer en Dios se tirarán de cara al suelo gimiendo clemencia. El infierno les espera a los ateos.
Mientras tanto a disfrutar la vida retorcida.
Gordon
