Baruch Spinoza, definió el odio como un tipo de dolor que se debe a una causa externa. Aristóteles ve el odio como un deseo de la aniquilación de un objeto que es incurable por el tiempo. Por último, David Hume cree que el odio es un sentimiento irreductible que no es definible en absoluto.
Todo lo que en cultura, artes, medios y colectivismo del presente siglo y finales del otro es o trato de entenderlo como algo odioso, insoportable, causante de pena antropológica.
Pero en los tiempos de ahora hasta ser alguien sincero, hablar si quieren utópicamente con la verdad, es causante de odio y siempre lo ha sido.
El que habla con verdades se atrae para sí mismo el odio del común de la gente que no aprecia toda la verdad. Como ya también es muy complicado expresarlo en público sólo queda el escribirlo aunque nadie lo lea.
La verdad no es odio, es parte de la realidad, del realismo.
No está de más saber algunas cosas que no buscan ser odiadas:
No estás usando tu máximo potencial, nunca lo lograrás.
Nadie quisiera andar en tus zapatos rotos.
Nadie está interesado en hacer las cosas mejores para ti.
¿Cuando has hecho algo que te haga sentir orgulloso?
No tienes dinero, no tienes amigos.
Si saben lo que eres de verdad todos huirán de ti por eso prefieres ser hipócrita.
Cuenta a tus verdaderos amigos y verás que no son muchos.
Casi toda la gente es dolorosamente pobre y a nadie le importa.
