Comer, lavarse los dientes, dormir. Volver a comer, caminar. Sencillos placeres que fortalecen la experiencia viva.
El amor a la distancia, la democracia, las pastillas de engrandecimiento del pene, todos prometen funcionar satisfactoriamente.
Lo único que sé de la iglesia católica es que no atenta de ninguna forma contra la verdadera felicidad de la humanidad sino todo lo contrario, la defiende.
Mi ojo izquierdo en el fondo de la taza de café por las mañanas.
La poesia es una foto, la novela una película.
Mi vida no gira alrededor de las cosas lujosas, fama o del dinero. Porque no los tengo.
Cuando muere un amigo se nutre la melancolía para siempre porque son irrepetibles, irremplazables.
Soy una decisión de frente al mundo.
Los nacidos en el siglo pasado seremos los próximos apestados.
El secreto de una vida larga y más o menos saludable es no disfrutarla demasiado.
Le digo a mi mujer que con mi filosofía le ayudo a la humanidad presente y futura. No tiene idea de cómo lo conseguiré. Ni yo tampoco.
David Gordon