Esta era una molécula que surgió de la nada y que vivía muy feliz en el mar y al paso del tiempo decidió cambiar un poco su forma a una amiba. Después se volvió un insecto, billones de años después decidió ser un renacuajo. No estuvo a gusto por muchos años y decidió cambiar de forma a un sapo y de ahí a un camaleón. Fascinante ¿no? Pero ser camaleón no le hacía feliz y luego de unos siglos quiso hacerse un marsupial y millones de años después cambió su forma a la de un mono. Inventó la televisión, viajó a la luna y cuando regresó terminó trabajando en un escritorio público por 80 años y se retiró pobre. Cuando ya era un anciano fue que comprendió que su vida había sido en vano y espero tranquilamente a ser devorado por un hoyo negro que se estaba comiendo toda su pequeña galaxia.