Descubres algo nuevo, para ti, para muchos. No tienes con quien compartir ese descubrimiento. Tienes un sentimiento muy grande pero no tienes con quien compartirlo. Después de mucho tiempo forjas un ensueño pero en soledad, no solo a nadie le importa, pero ni tú tienes claro a donde llegar con ese ideal.
Te enojas con un amigo por años. Éste no te busca para retomar la amistad. Das el primer paso a un reencuentro. El otro acepta pero es una aceptación tímida, apenas; da lo mismo si no hubieras dado el primer paso. No rechaza pero no avanza. Hay dolor y mucho tiempo de orgullo. Cosas que deben sanar a su debido tiempo.
Mientras tanto seguimos en el juego del calamar o bien en términos más occidentales: la carrera de la rata.
La tierra no da vueltas, es nuestra cabeza, nuestras decisiones y derrotas lo que gira a nuestro alrededor.