martes, 23 de noviembre de 2021

MI PAPÁ Y EVARISTO

Tanto mi padre como Evaristo tenían algo en común: alcoholismo y que vivían al día, como muchos millones de mexicanos. No tenían "trabajo fijo" una forma de ganarse la vida muy apreciada por los burócratas como si no hubiera otras formas mejores de hacer dinero.
Mi padre era comerciante. Su clientela consistía en la niñez a quienes les vendía juguetitos corrientes, estampas, álbumes, loterías, trompos, soldaditos de plástico. 
Y Evaristo era albañil, por lo regular conseguía trabajo. Era amigo de un tío que tenía su taller enseguida de mi casa. Una vez Evaristo estuvo haciendo un trabajo en mi casa, recomendado por mi tío. No me gustaba su música ranchera, su actitud arrogante mucho menos la forma en la que miraba a mi madre ni a mis tías. Una vez estaba enjarrando una pared y me dijo que lo ayudara y no sé qué. "Agarra esa pala y échame más mezcla aquí, para que te hagas hombre." Yo tendría no más de 10 años. "No te gusta trabajar; eres como tu papá que vende chácharas y barajitas" -barajitas les decía a las estampas el muy burro- Yo me había ido a vender varias veces con mi papá. Sin más le dije a Evaristo: mi papá tiene más dinero que tú.
Ja, yo gano 1500 pesos a la semana -dijo Evaristo muy jactancioso- lo que tú ganas a la semana mi papá lo gana en un día. Evaristo se burló de mi.
Pero era 100% real, mi padre hacia 2 ventas en las escuelas: una hora antes de que los niños entraran a clase, se devolvía a casa a desayunar y volvía a la salida, otra hora. Además les vendía a los niños que entraban en el turno vespertino. Cosas de 5 y 10 pesos. Llegaba a casa con 3 kilos de monedas de todas denominaciones y un fajo de billetes de 20, 50, 100 y hasta 200 pesos.
Mamá y yo le ayudábamos a contar sus ganancias. Evaristo se quedó callado, un morro de 10 años le hizo poner los pies en tierra. Él trabajaba como mula batiendo cemento y cargando bultos, de 8 a 5. 
Sin duda era muy trabajador pero mi padre era más inteligente, hacía una buena suma de dinero en poco tiempo. Evaristo tomaba mucho y una vez borracho camino a comprar más cervezas se cayó a un acantilado y se desnucó. Murió al instante.
Y mi padre murió 30 años después que Evaristo.