"Cantaré, cantarás" es la respuesta latinoamericana de la canción "We aré the world, we aré the children" tema que fue grabado por una veintena de cantantes estadounidenses entre ellos Michael Jackson, Lionel Richie, Cindy Lauper y otros. La canción se volvió un símbolo de las buenas causas ya que se hizo para "combatir el hambre en África" Recaudaron 145 millones de dólares con la canción, les dieron un Grammy, más fama y proyección mundial ahora dándoselas de buenísimos.
Los artistas latinoamericanos favoritos no quisieron quedarse atrás y al año siguiente lograron juntarse los egos más sobrados del mundillo del espectáculo:
Vicente Fernández, José José, Roberto Carlos, Julio Iglesias, Plácido Domingo, Vicky Carr, José Feliciano, Sergio Méndes, Cheech Marín, Yuri, Pedro Vargas, José Luis Rodriguez el Puma, Cantinflas, María Conchita Alonso, el grupo Menudo...bueno, los artistas que estaban en su mejor momento allá por 1985.
Musicalmente el tema es una balada pop estacional, algo tranqui. Algo sencillón, la idea es que en poco tiempo se notaran aunque sea un poco las voces de los artistas favoritos del momento para que la gente pagara por el pinche disco. Y la raza dijera algo así como:
" Oh mira, ya noté la voz de Yuri o la de Chente Fernández" o "Cantinflas está cantando, mamá. Cómprame ese disco y ayudemos a los niños de África"pero con el plus de que se estaba ayudando en los proyectos de recaudación para la UNICEF, ya empezamos mal. Cuidadito cuando la ONU y sus filiales se hacen presentes.
Detrás de la Unicef está el tabaquismo corporativo mundial como principales patrocinadores.
Todo en la ONU está mal. Es un congal comunista y satánico. Y muchos de los artistas, si no es que todos, se sabe, se supo, que son satanases, ocultistas, masones, santeros, brujos o que vendieron su alma al diablo para ser famosos; sólo les faltó el Juan Gabriel. Eso es parte de los mitos urbanos ya muy viejos y es evidente que muchos artistas son hipócritas y falsos que se les dan de buenos y son ojetes, oscuros, satanases. A final de cuentas el hambre sigue en África, dizque ayudan y no, es sólo proyección de los adictos a la fama. Por ejemplo el Cantinflas que el muy infeliz soltaba dinero pero le gustaba hacerlo frente a las cámaras para que vieran lo generoso que era.
Letra de la infame canción:
Pero no vayan tan lejos, el hambre y las condiciones infrahumanas están presentes desde hace décadas en Cuba, Nicaragua, Haití, y más recientemente en Venezuela por los gobiernos socialistas que la ONU los avala y apapacha a los dictadores bananeros.
En cuanto a los artistas latinoamericanos de egos bastantes crecidos sólo siguieron una fórmula que resultó eficaz en Estados Unidos. Decidieron entrarle a copiar esa fórmula muchos artistas que estaban en su mejor momento y grabaron un tema buscando un poco de los resultados precedentes.
No hay nada gratis. Estos ególatras cantantes no hicieron esa canción por ayudar sino que mas bien obedecieron a sus amos de las compañías discográficas que trabajan desde siempre con la ONU. Si acaso los artistas y cantantes redujeron un poco sus ganancias para que una parte vaya a las causas de supuesta ayuda a los africanos. Son mayormente programas de boteo. En aquellos tiempos era común que pasaran programas para adoptar niños africanos, asiáticos y unos cuantos latinoamericanos por medio de donativos mensuales módicos. Y en todo el mundo millones lo hacían de buen corazón creyendo que hacían una buena acción. No hay nada más falso que ofrecer ayuda con promo de los medios masivos de comunicación y en aquel entonces las disqueras eran un medio masivo con presencia en todo el mundo occidental. No en vano sus artistas exclusivos eran millonarios.
Dar ayuda no es malo, todo lo contrario.
Lo que es malo es farolear esa misma ayuda que en suma ni es tanta, no hacen un cambio significativo en las millones de aldeas en África que siguen con el mismo problema de hambruna y enfermedad.
Es parecido a lo que hace televisa con su teletón año con año en donde sí hace hospitales en ciudades grandes y que ayudan a los niños, pero no a cualquier niño, y su mochada es grande de todo lo recabado. La televisora televisa no lo hace gratis, pasa factura de esas 24 horas ininterrumpidas de transmisión pidiendo dinero a las audiencias y presentado también a muchos artistas y personajes insufribles que les pagan con exposición. Y de hecho normalmente así funciona ese canal de TV. Pagan poco, explotan mucho a sus artistas y sólo les pagan con difusión y exposición, entrevistas y así.
¿Cantaré pero de a cuánto?
De hecho Luis Miguel era la sensación del momento y no estuvo presente porque su padre y manager Luisito Rey dijo que no estaban claras las cuestiones de las ganancias y los derechos de su hijo por participar en una canción que da re harta hueva.
Lupita D'alessio se salió a media grabación porque no la trataban como artista de su nivel. Lo que se traduce a que no la dejaron gritar como ella hubiera querido en la canción o quizás a nadie le caía bien.
Algo similar sucedió con la santera Celia Cruz que tuvo que conformarse con cantar en los coros.
Y es que muchos de estos artistas funcionan en sus presentaciones en vivo, conectan con sus fans, pero en la cuestión de las grabaciones muchos no dan el ancho o bien no se hallaron con los productores del tema en cuestión.
No ayudaron casi en nada a las comunidades africanas o prácticamente nada estos aritstas latinos.
Se quedó como una penosa intentona de destacar como sus colegas gringos sin la suerte de estos que no la hicieron del gusto del público ni siquiera plagiando una fórmula que ya había sido exitosa en Norteamérica y Europa.
Creo que tuvo más éxito la canción Solidaridad, campaña del ex presidente Carlos Salinas de Gortari y su sexenio que fue cosa del diablo (y que merece un análisis aparte) que el tema de la Hermandad "Cantaré cantarás".
Así se nombraron en ese infame proyecto musical que va a cumplir pronto sus infumables 40 años.
