Obvio es que no quiero que se roben las elecciones, que sean parejas, justas. No lo son, no lo han sido. No quiero ser más bananero, quiero tener luz, comida y libertad.
El estoicismo es una filosofía que nos invita a no ocuparnos de aquello que no podemos controlar.
Las cosas están mal ya desde la democracia que es el sistema de gobierno menos peor. Lleno de bandidos, el voto de un chairo vale lo mismo que el de una persona con estudios superiores, vale igual el voto de un trabajador que el de un huevón drogadicto, o el voto de una abnegada madre de familia al de un delincuente. Entonces el sistema democrático no es una maravilla.
Si gana robando, comprando jueces y votos Sheinbaum, es lamentable. Pero no creo que Estados Unidos se quede de brazos cruzados permitiendo una dictadura chavista en el patio trasero de su casa.
Si gana Xóchitl Gálvez, pues bueno. Pero no me entusiasma mucho que digamos tener una mujer presidente. No estoy acostumbrado. No hay muchas referencias históricas de gobiernos femeninos que hayan trascendido.
Prefiero que a éste pueblo lo gobernara una mano dura contra el crimen organizado, contra los drogos y los malvivientes. Y las mujeres son mucho de ser tapaderas, alcahuetas, de echar la basura debajo de la alfombra.
Debe haber una manera para que esta lacra social disminuya, no que siga creciendo.
La política es el mundo de las posibilidades. Ya veremos de qué lado se inclina la balanza.
Verdeth