sábado, 1 de junio de 2024

LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD


En el mejor de los casos, ese viejo comunista chaquetero y chillón tenía todo a su alcance para ser, si quieren, como un presidente izquierdista de medio pelo. Tipo Luis Echeverría o bien como inspirado en el viejo botijón panza de ampolla del ex presidente uruguayo Pepe Mujica, también matoncito arrepentido 
 -según él- y que era un presidente muy pobre y desaliñado. Así quiso pasar a la historia. Igual que AMLO. Pero no, AMLO es un ser perverso, vengativo y está demostrado con varias investigaciones publicadas que recibe financiamiento del crimen organizado y desorganizado desde hace mucho tiempo. Recuerden que en su juventud fue comunista, luego se afilió al PRI, al PRD y formó su propio partido de ladrones, morena y estos se apoyan con los narcos. Esa es la neta, ya no hay que hacernos pendejos. 

No se puede hacer a un lado el desastre de su gobierno desde un principio.
¿Será que hubo un poder que no lo dejó gobernar como él hubiera querido?
Si...desde siempre. No hay dudas.

Un poder más grande que no le permitió ser un populista bananero como sus colegas latinoamericanos y que ese poder se le subió a la cresta y le dijo qué hacer y qué evitar para su beneficio exclusivo.
Tal parece que así fue. Las cosas serían de otro modo en esos 6 años donde se han descubierto un sinfín de transas y casos de corrupción y asesinatos como nunca se había visto en el ámbito político y que seguirán afectando al país luego de su mandato que parece difícil que querrá dejar. ¿A dónde se iría, qué hará después? Ahí en el Palacio Nacional, que lo considera su casa, no estaría en un lugar más seguro. 

Cuando muera su alma penará en los pasillos de Palacio y a ver si ahí se encuentra con otros malos e impopulares presidentes que pudiendo hacer un bien, dejar un buen legado histórico, una satisfacción de haber servido al país prefirieron hacer todo mal y así hacer historia. De ninguna manera pasará a la historia el periodo 2018 al 2024 como algo bueno que le sucedió a México sino todo lo contrario.

El verdadero poder detrás de AMLO ya todos sabemos quién es, excepto, claro está, los chairos solovinos. Ese pueblo drogado, dormido y esclavizado por los maleantes no quieren que cambie nada pues su vida depende de qué las cosas se mantengan como están así de podridas porque eso significa la vida para ellos. Llevar la contraria significa el fin. Entonces así están bien. No quieren un cambio, prefieren el malo conocido que el bueno por conocer. De hecho el pueblo humillado no cree ya en los políticos, cree en los nuevos señores amos feudales del anarcocapitalismo que son los proveedores de todo: droga, tierra, bebida, comida y entretenimiento.

 ¿Para qué quieren más? Sólo los tienen que obedecer y votar por sus títeres políticos cada cierto tiempo y mantener las cosas así.

En esas condiciones está el presidente que es pobre que sólo trae 200 pesos en la cartera y el ejército de albañiles igual deben chambear en otras cosas. Y en esas mismas condiciones debe estar el pueblo bueno y sabio, el pueblo de morena, siempre al servicio y eterna admiración al narco de la región porque ellos son más que el presidente.

Por lo tanto no hay que subestimar el voto duro y miedoso de esta gente obstinada para que este sistema antipolítico pueda perpetuarse. La idea es que no se instale como una opción social la narcopolítica y que tenga sustento legal que de seguir así en México no habría más que un caos permanente. 
 Es ahora o nunca.





Verdeth