Las redes sociales son los órganos de comunicación más importantes de la actualidad. Influyen tanto en nuestra cotidianidad que mucha gente se conecta antes que ir al baño, antes que tomar un vaso de agua o prepararse un café.
El meme de esta ocasión es uno muy popular y se ha hecho en varias maneras captando en todas la idea que se tiene popularmente como espiritualidad y religión como si hubiera una gran diferencia entre una y otra.
El gráfico presente a dos peces, uno atrapado en una pecera y el otro libre en la vastedad del mar sugiriendo que el pez que vive dentro de la pecera no tiene libertad, ese es para el autor el pez religioso mientras que el otro es el pez "espiritual", el inmensamente libre y por lo tanto más feliz, más inteligente. Entonces el pez religioso es un ser temeroso de la libertad y poco inteligente. El pez espiritual es libre y vive mejor sin la prisión de la religión. El pez religioso se pierde de la libertad, de lo mejor de la vida, precisamente se pierde de muchas cosas del mundo libre. Pero visto de otra forma, aunque tiene sus limitante, poco espacio, corta visión, tristeza o poco conocimiento de la vida allí, dentro de la religión, por lo menos está a salvo mientras que el pez libre, el espiritual, puede servir de alimento en cualquier punto del mar que se encuentre. Mientras que el pez religioso tiene más probabilidades de vivir por mucho más tiempo. Se cree que la libertad es lo mejor pero una libertad sin limitaciones siempre es peligrosa.
Eso es en lo religioso y espiritual pero la alegoría aplica para muchos aspectos de la vida humana. Por ejemplo un proyecto de suma importancia digamos en el amor, es mejor tener algo definido a varias opciones vagas en libertad, sin forma, sin nuestro cuidado o protección que en el vasto mundo de la libre determinación porque no es de nadie o es de todos. Más vale tener algo seguro que la inseguridad, la incertidumbre que da la libertad.
Dos posturas de un mismo asunto con diferentes resultados.
La gente puede estar muy decepcionada de la religión y hasta la aborrecen en muchas ocasiones. Pero la religión se concentra en cuidar, proteger, alimentar una vida de servicio, de amor, de conocimiento espiritual que es difícil desarrollar mientras uno ame la aventura, la libertad desmedida, el libertinaje. Porque también existe un libertinaje espiritual pecaminoso pero socialmente aceptado. Pero eso será tema de otra publicación.
David Gordon