Vivimos sumergidos en la cultura del desperdicio. Los dueños del mundo se han tomado personal y han echado a andar un magnífico plan muy en el que pretenden disminuir la población. Como es una tarea muy grande, han decidio tomarse el tiempo para inverntar nuevas formas para lograr su objetivo.
Entre ellas la del autoexterminio es una iniciativa que apoyarán gustosos. Que la humanidad coma basura y se intoxique no sólo el cuerpo sino la mente es una prioridad para la gente que decide el destino de la decadente humanidad que, por supuesto, la mayor parte no se da nunca por enterada.
Su máximo logro es el hombre común y corriente prisionero de la cultura del desperdicio, el que se alimenta de chatarra supone una mentalidad chatarra.
Desde luego que existe una conspiración para que todos vivamos en la baja frecuencia del desperdicio y del miedo.
Ahí tenemos el culto a la masturbación, desperdicio de semen e insatisfacción en la vida. En lugar de que existiera una cultura que le devolviera la dignidad al hombre contemporáneo e insitarlo a que conquiste a una mujer o que haga lo que más ame los invita a masturbarse y a "reírse" de la vida porque no se tiene la capacidad para conquistar a una mujer. Ya no hay un ideal, un mejoramiento, un sexo sabio.
Luego se masturban tres veces al día y andan al revés: la vida riéndose de ellos, con su flojera, con su densidad y apatía. Porque no hay nada mejor que tener sexo verdadero con un ser amado y nunca será mejor con la propia mano.
Pero esa energía que se desperdicia no la venden en ninguna parte, el cuerpo la debe ir tomando del mismo organismo. Energía que si no se hubiese expulsado estaría aportando beneficios al cuerpo.
Un desperdicio de recursos favorece al consumismo. Y todo lo que favorece al consumismo es muerte.
Muerte, desperdicio o enfermedad.
Tengo un amigo que cada fin de semana, sin falta, sale a buscar sexo casual. Desde hace 25 años.
No ha obtenido muchas conquistas; no más de 10. Ni siquiera una docena en un cuarto de siglo.
Sólo se ha hecho alcohólico. Fue un desperdicio porque me ha dicho que no lo ha disfrutado, que es como un vicio, algo que no puede dejar de hacer cada fin de semana que descansa de su trabajo agotador.
Otro amigo que también ha desperdiciado su vida en el alcoholismo y la masturbación, actividades en las que comenzó desde su adolescencia, actualmente lo tienen muy desmejorado a sus casi 50 años ya parece de 65 o 70. Nunca tuvo una sola novia. Se rumora que es vírgen ya que aunque le ha pagado a prostitutas ni siquiera las ha podido aprovechar pues ha sido tanto su alcoholismo y masturbación que el pene ya no quiere responderle, lo exprimió demasiado. Dio lo que tuvo que dar. No le sirve ni el pene, ni el hígado y ya ni el cerebro.
Y su alimentación pobre ya ni siquiera lo nutre. Anda todo flaco y encorbado, es infeliz y se quiere morir desde 1987.
Recordé un chiste:
Un católico arrepentido va a la iglesia y se mete al confesionario y reza y dice:
-"Padre, me confieso que soy un pecador. Me jalo mucho la bichola, la pija, la mazacuata"
y al otro lado del confesionario se oye una voz que dice:
-"Por mi arráncatela, cabrón. Yo no soy el cura, sólo estoy limpìando el confesionario."
Por lo mismo no estoy moralizando, casi igual que el conserje de la iglesia, por mi que la gente haga con sus genitales lo que les venga en gana: mutilarlos, agrandarlos, reducirlos, ponerles aretes, tatuajes, nombres, que lo guarden o lo enseñen, que lo metan en donde de sea o se los quieren exprimir hasta que no les salga una sola gota de lefa, pues es asunto de cada quien.
En el arte, la cultura del desperdicio también ha llegado y ha comenzado a contribuir con la desnutrición del alma, en debilitamiento de la mente y la razón gracias a la conspiración masónica que los compra, explota y esclaviza. Muchas veces los artistas mediocres no los compran sino que van y se venden con los masones y estos les da su palmadita en la espalda y de inmediato los ponen a dar las nalgas. A conseguir dinero, sexo, droga, fama y a servir a satanás, que es lo que está a final de todo.
No sólo contaminar al público con ideas materialistas y luciferinas, insistir, insistir, y repetir que Dios no existe, que somos materia, que somos sólo este cuerpo, que una vez que te mueres te meten a un cubo masón que es el ataúd para que no te fundas en la naturaleza sino que te pudras ahí mismo. Y que la vida sea para todos un desperdicio, igual que la de ellos, seres que negando la luz divina han adquirido todas sus fuerzas. Pero hasta la piedra más dura se perfora con una gotita de agua.
Así es el mundo, toda la vida metiendo la idea de que nos vamos a morir y que sólo somos materia y ahí tenemos las consecuencias, tener un mundo inhabitable donde todo es desperdicio.
Para que un trozo de carne llegue a la mesa de alguien se tuvieron que desperdiciar miles y miles de litros de agua que se le dio a la bestia por un tiempo, misma agua que hubiese regado vegetales que alcanzarían para que comiera más gente.
¿Por qué? porque hay un interés porque todos comamos carnes animales, para intoxicarnos, enfermar y morir más pronto. Porque si la idea fuese lo contrario, se le daría la prioridad de producir alimentos naturales en calidad y en cantidad. Desperdiciar todo, desperdiciar la existencia, es el objetivo final.
Así quieren unos cuantos que funcionemos todos, en baja frecuencia, en nuestro propio infierno y mediocridad, en nuestro sinsentido y desperdicio.
Hacer atractiva la cultura del desperdicio es lo de hoy. Lo patético es que la mayoría ni siquiera sabe que vive en la frecuencia desperdicio.
PENDEJEZ TOTAL
Me ha sido muy difícil dar con el origen de nuestra pendejez. Probablemente lo pendejo sea algo que en buena parte se trata de una programación mental y en otra parte es la millonada de gente que toma la pendejez como deporte, como pasatiempo y pasión.
Hoy en día pareciera que nadie se quiere quedar fuera del círculo del pendejismo.
Pendejos son los pelos púbicos. Pueden ser del sobaco, de los genitales o del culo. La pendejez es la gran INUTILIDAD, la vida sin sentido, la vida al garete, al "ahí nomás", la vida PENDEJA.
Así es, el pendejo no sólo quiere destruir su vida y vivir en la pendejez, quiere toda la compañia posible que le haga coro en la pendejada cotidiana.
Pero hasta la gente sencilla lo sabe, no se necesita ser intelectual ni un erudito ni sabio. Todo es un pendejismo, la política, la religión, los medios de comunicación, la cultura
Hay un interés porque los humanos seamos muy pendejos de por vida, muy tontos, ignorantes o manipulados.
La política no tiene remedio, nadie, en ninguna parte, eligiendo a sus gobernantes pendejos o no.
La religión es un encubrimiento del satanismo basadas en antiguos libros esotéricos que interpretados a lo pendejo, sin saber de lenguaje oculto, pues sólo crea más pendejismo humano, miseria y explotación.
Son lo mismo política y religión. Ninguna de las dos tiene remedio. Es de pendejos, de ingenuos e ignorantes creer que sí. Todo mundo tiene derecho a ser un pendejo, digamos que es un derecho con el que se nace.
Y la cultura, otra gran productora de la pendejez global, siempre repitiendo sus mismos mitos pendejos acerca de sus ordenes y métodos para mantener bien apendejada a la gente.
Mentalmente vamos regresando a la edad de la idiotez adolescente, después vendrá a futura la severa etapa mental de niño para estar en la regresión total y ser dominados como pollos. O seremos como los conejos: misteriosos y pendejos. Ganado. Basándome en la actual situación donde la pendejez aumenta día a día pero ya desde hace bastantes siglos, como podremos ver.
Marxismo, islamismo y machismo: GRANDES PENDEJADAS DEL HOMBRE
No es que sea malo ser pendejo sino que es totalmente innecesario. La pendejez no es felicidad.
Ser ignorante puede dar muchas alegrías, como la gente de campo que no va a la escuela a que le metan pendejadas a la cabeza, son felices porque la vida sencilla es la verdadera felicidad y viviendo tan lejos de las ciudades pendejas, se relacionan con menos gente potencialmente más pendeja que puede infuenciarlos negativamente o afectar mayormente el grado de pendejez con el que ya se juegue en la vida.
EL ORIGEN DEL PENDEJO : Las 3 opciones tienen algo de razón pero también con muchas manipulaciones de parte de todas.
Vivimos en la dictadura de la pendejez Y EL DESPERDICIO. El gran problema o mejor aun, el gran secreto es que los humanos no somos pendejos por naturaleza, nos van haciendo pendejos y eso marca la gran diferencia.
Tenemos muchas capacidades, somos inventores, somos creativos, somos un poquito más listos que muchos animales (no estoy generalizando, hay mucho pendejo peor que animal) y producimos cosas, tocamos música, que es una de nuestras cualidades divinas innatas. Ya sea para producirla o ya sea para escucharla y transformarnos espiritualmente por ella, como la música sacra.
Miren cuantas cosas bonitas crean los artistas. Cosas que nos hacen pensar, imaginar, soñar, crear y recrear experiencias.
También el hecho de que hayan existido tantos intelectuales y escritores, magos, chamanes, filósofos, científicos, místicos y santos y gente normal ayudando a crear un mundo que valga la pena experimentar.O ya por lo menos habitable, civilizado.
Hay que atreverse a ponerle un alto a la pendejez humana. No pasa nada. Somos ángeles, estamos jugando al juego de lo temporal, del claroscuro y la dualidad.
Inventamos el error y el odio para descubrir el correcto, lo verdadero y el amor. Para saber distinguirlo cuando se nos ponga enfrente, para saber emplearlo cuando más se necesite.
La pendejez se extingue con amor, con amor propio. Quien se tiene amor y respeto, tiene luz. Y sólo quien se tiene amor y respeto es quien puede ofrecerlo.
y DICIENDO NO al desperdicio.
Creo.
David Gordon