Siempre habrá gente creyendo que su raza es mejor que otras. Todos experimentamos cierto nivel de racismo. Pero saber cuáles razas son superiores y cuáles inferiores se antoja una tarea improbable.
La censura es cobardía e hipocresía. Un hombre o una mujer que piensen que su raza es superior son seres inofensivos.
Los fronterizos sabemos que nuestros vecinos americans son un poco racistas sobretodo cuando estamos en aquel país. Hay mucha gente que no quiere a los mexicanos. Así como también hay muchos mexicanos que no quieren a los centroamericanos, haitianos, cubanos, chinos. No amar a los migrantes, no abrazarlos, no darles de comer ni de vestir pudiera ser considerado como un acto de racismo. Pero no es racismo. Es natural, los grupos migrantes no son bien vistos en ningún lugar, ni siquiera en lugares donde el racismo es un tabú como en las grandes ciudades de Europa.
Hay un miedo a ser racista en la actualidad. En las redes sociales te pueden suspender la cuenta o censurar por 30 días por haber dicho algo contra los chinos, los judíos, los afros. Un mexicano es un puerquito que todos pueden patear. En México el racismo funciona para todos lados: indígenas, morenos, blancos (whitexicans) si eres de piel muy blanca o muy oscura, el mexicano se referirá a ellos como el güero, el negro.
Y si nos ponemos a analizar un poco llegaremos a la conclusión de que no hay necesidad de censurar el racismo porque no nos afecta. Al cancelar el racismo lo único que pasa es que perdemos libertades.
Si los gringos, los chinos, los aforos, son racistas con todo lo que no sea ellos, ¿a mi en que me afecta? En nada. Sean pocos racistas o sean millones, a mi me importa un bledo su racismo. No me ofende. No me pueden comprobar que su raza es mejor que la mía. Y si lo fuera, me importaría un carajo.
No me sentiría triste. Pero sé que no pueden demostrar ser mejores razas que otras. Tendrían que haber muchas competencias periódicas entre todas las razas para saber cual es la mejor. Es absurdo esto que propongo pero no tanto como censurar el racismo. Es preferible una sana distancia con otras razas, culturas y creencias a una convivencia forzada, hipócrita y vana como lo es esa utópica esperanza del progresismo de acabar con el racismo.
Afecta más la censura que las diferencias entre razas. Pero el progresismo cree que apagará el infierno a pedos.
David Gordon
