martes, 22 de febrero de 2022

LACRA


La gente que trabaja honradamente y sale adelante y se desvive por su familia tiene todo mi respeto aunque sean ignorantes políticos (chairos) pero la gente parasitaria, los holgazanes, los valepito, los que nunca han llevado una solicitud de empleo y que esperan dádivas del gobierno de mierda son lacra y nos cuestan más de lo que nos podemos imaginar.
Esa es gente que nomás no. A toda esa gente que vive al garete, sin Dios, que roba, mata y viola, gente que vive de los demás pudiendo trabajar y salir adelante como todos le aplaudo que se drogue, que se emborrache, que trague porquerías, que viva rápido para que, como diría mi papá, "no hagan huesos viejos". 
Todos esas señoras que tienen hijos lombricientos y que quedaron embarazadas en su adolescencia, que no trabajan, que no estudiaron y ni se bañan y encima drogadictas sólo proliferan, no disminuyen. A los 30 años ya son abuelas. Su descendencia sigue el mismo ejemplo. 
O esos hombres espantapájaros drogadictos buenos para nada y malos para todo, rateros, irresponsables, mugrosos, borrachos, analfabetos, ruidosos, que a diario desayunan cigarro, cocacola, un pan bimbo ¿Qué futuro les espera? 
En unas cuantas calles de la ciudad puede haber decenas de ellos. Puro sufrimiento innecesario, dolor, tristeza a sus padres o familiares.
Todos queremos que su destino sea diferente pero ellos no. Las drogas son un gran negocio y como tal no matan a sus clientes. Es lamentable que sólo los tenga en pie el deseo de meterse droga por la cara o por las venas.
¿Pero qué le vamos a hacer? Nada. No hay nada por hacer.
Que Dios se apiade de ellos.
David Gordon