domingo, 6 de febrero de 2022

VACÍO Y MEDIOCRIDAD

En muchas partes he leído que todo aquel que carece de enemigos es un mediocre. Yo le caigo mal a mucha gente, incluso a familiares, vecinos y conocidos. Pero no tengo ningún enemigo y nunca lo he tenido. Ergo, soy un mediocre.
Las ventajas de ser un mediocre es que nadie espera nada de uno. Hay tantísima mediocridad que no urge erradicarla, además es imposible. Una guerra perdida. No tenemos otros enemigos más que nosotros mismos.
Comer y distraerse tiene lógica pero no debería ser lo único que sé haga.
Si hacer o no hacer no hace la diferencia estamos en una era del vacío, una espiral descendiente a la nada. Pero íremos cargados de mediocridad.
La politiquería le saca el mejor provecho a la mediocridad. Para muestra basta el ejemplo de mediocridad y vacío que han tenido los últimos cuatro presidentes de México. Pájaros nalgones sin nalgas, ni juntando a los cuatro se hace uno solo excelente.
Mujeres, viejos y homosexuales no deberían postularse como presidentes, no sirven ni servirán. Estamos hartos de que estos elementos no den resultados. Ellos no tienen nada qué perder y por lo mismo no deberían ser elegidos, no se deberían creer en ellos.
Quieren presidente mujer en México pues nos irá peor que nunca.
Una mujer debe ocuparse de gobernarse a sí misma, a sus hijos y su casa y no hacerle al loco en la mafias políticas. No necesitamos viejos sin nada qué perder, sin viejas histéricas y corruptas, ni mariquitas sin tanates, gente sin huevos y que nunca dan la cara y se creen perfectos no deberían ser presidentes de un buen país como es o más bien, era, México.
Pero la gente simple y mediocre quiere estar todo el tiempo a gusto, sin pedos, disfrutando la vida. Le roban, le mienten, lo engañan, pero cada 3 años, cada 6 años, estos votan por sus opresores.
La democracia también es mediocridad.
Mediocracia, debería llamarse ese sistema político corrupto y deficiente. Falso como la chingada.
La estupidez es un recurso político renovable.
Vacío y mediocridad.

David Gordon