jueves, 26 de octubre de 2023

AMIGOS FUGACES: EL JOVEN ANTIMUSICAL

Hace un tiempo que mandé a la chingada a uno de mis pocos amigos que he tenido en toda la vida y me llamaba mucho la atención que era un tipo enteramente antimusical. 
La única música que conocía era la de los videojuegos que alguna vez jugó pero casi estoy seguro de que prefería los juegos sin música. Tan desconectado estaba de la música que no sabía quién era Luis Miguel, Pedro Infante, no sabía de ninguna sola banda de rock, ni cantantes de pop. Un tiempo decía interesarse por el rap aunque no volvió a mencionarlo en años. También le gustaban los cantos gregorianos pero en sí no le interesaba nada de la música popular. 
En cambio en literatura estaba muy bien formado, había devorado bastantes clásicos desde muy joven y también autores más contemporáneos. No tenía ningún disco, es más, no tenía en su casa ni siquiera una grabadora o un radio.
Seguramente a su madre tampoco le gustaba la música. Su padre era un misterio, pocas veces me hablaba de él aunque se refería siempre muy respetuoso de su papá. No vivía con él. 

Nunca fue a un concierto, nunca salía a los antros. Cuando iba por la calle tenía un aspecto como de aturdido, como de un perrito sin dueño deambulando perdido y con mucho miedo de no ser arrollado. Lo hice partícipe de un proyecto "musical" y juntos creamos varios temas juntos en los que mezclábamos poesía con un sonido urbano electrónico y del rap. Y me dijo que el resultado le había gustado aunque yo no le creía una mierda. Nunca me pareció del todo sincero. Igual y me mentía para convivir pues él tanto como yo no éramos de tener muchos amigos y quizás creyendo que siguiéndome el rollo se afianzaría aún más nuestra extraña y esporádica amistad. De hecho él preferiría jugar en su computadora todo el tiempo que hablar conmigo. Cometí el error de decirle que él era uno de mis pocos amigos que había tenido en la ciudad y esto lo hizo pensar que éramos iguales cuando yo soy por lo menos una generación anterior a él y mayor más de 20 años. Cuando él nació yo ya leía, escribía, dibujaba, cantaba, pintaba, tenía novias y sobretodo ya trabajaba, cosa que él hasta la fecha tengo entendido que es cosa que aún no se ha animado a hacer en la puta vida. 
El Ñoño era un tipo al que yo admiraba por su singularidad se volvió un típico simp luego de conocer a una mujer  con la que al poco tiempo se hicieron novios, a ella tampoco le gustaba la música. Más bien era muy de literaturas y vivir con la mente libre. Una especie de hippie trasnochada. Ácidos y mariguana.
Una vez discutimos mi compa y yo por una tontería o más bien por un malentendido, y las cosas entre nosotros ya no fueron las mismas y mutuamente nos dejamos de buscar. Lo hubiera buscado en su casa para darle unas patadas voladoras en el hocico y arreglar las broncas como hombres pero nunca supe en donde vivía. Él sí fue varias veces a mi casa pero ya no volvió. Ni espero que vuelva un día. 
Amigo de cera que se derritió.