martes, 24 de octubre de 2023

COSAS QUE ODIO: EL FOODPORN


Con la sobrexposición de los distintos estilos de vida en miles de videos diarios en youtube y la dura competencia por las vistas y su respectiva monetización de los contenidos muchos creadores de contenido optan por repetir fórmulas creativas ya probadas ad nauseam, el exhibicionismo de la glotonería, algo que me da bastante asco, es de lo más empleado porque ser actores del foodporn es la moda y cada vez más desdichados le entran buscando reconocimiento o "vistas" a expensas de su salud. 
Así como hay actores de porno-porno, los hay actores pornográficos pero con la comida en vez de sexo, misma que se sampan sin sentir ningún tipo de pena, asco ni arrepentimiento. 
Estos segmentos asquerosientos tienen muchos seguidores morbosos sin nada mejor qué hacer y que les encanta verlos tragar como pelones de hospicio. Innumerables son los yutuberos que se graban comiendo salchichas, hamburguesas, huevos, nachos.
También bebiendo micheladas con gomitas, mango y chile, tostilocos con cacahuates japoneses, pepinos, chamoy, cueritos, elote, queso, margarina, pizzas, tacos, kebabs, tanto como sus presupuestos se los permitan. 
Como resultado tenemos a muchos hombres que le tienen un amor pornográfico a la comida, sustituto del amor real de pareja en muchos de los casos y del amor propio en muchos otros.
Estos contenidos de tragones buscan entretener mostrando a esos pinches gordos sudorosos oliendo a chicharrón tragando como Gargantúa y Pantagruel cantidades inclementes de comida como si no hubiera un mañana. Quesadillas, bisteces, tortas, panes y mazapanes, dulces, gelatinas y pasteles. Imagino el olor del baño cuando salen, no lo querrán oler en su vida. Luego cuando se meten las salchichas y el ketchup, mayonesa y mostaza les escurre por las comisuras, un  asco incontenible. Y ellos felices de la vida comentando lo delicioso que está. A mí sí me da mucho asco ver comer a los actores de foodporn. 
Preferiría ver a leones devorando antílopes, hienas destrozando zebras, arañas a otros insectos, que ver a esos gordos hediondos comer. Guácala.

Hay contenidos de no sé si chinos o tailandeses que se comen víboras, sapos, pirañas, camaleones y cocodrilos; básicamente se alimentan de reptiles selváticos a los que acompañan con arroz al vapor, setas, chiles, cebollines, jengibre y verduras raras que desconozco sus nombres y se comen todo y  acaban todos embarrados. Y tienen cientos de miles de vistas diarias.
En el norte de México están los yutuberos que van haciendo tour en los puestos callejeros devorando tacos, quesadillas, hamburguesas y hotdogs pasando por alto que las salchichas las hacen de carne de ano de cerdo. Trituran varios kilos de ano de puerco junto con otras sobras y pellejos de otros animales, luego las condimentan y los echan a una trituradora creándose una pasta que la meten a tiras de celulosa o plástico y las cuecen a altas temperaturas. Luego les quitan el plástico y son empaquetadas según cantidad o peso. Y ese cochinero llega a los hogares y a las calles de todo el mundo. Y estos gordos se comen sus hotdogs. Ahora bien ¿han visto a mujeres que derrapen por hombres botijones que se la viven tragando chingaderas en la calle? ¿Y por coleccionistas de juguetes o de máscaras de lucha libre? No ¿verdad? A la mujer no le atraen los hombres que huelen a chicharrón, a Sabritas, a nalgas y sudor rancio. 
Para colmo existen festivales  con nombres como: Cochifest, Foodtruck Fest, festival del taco en donde el pecado de la gula se vuelve festividad.
Y luego algunos gordones compiten para ver a quien le cabe más comida. Más contenidos de éste tipo vería pero para hacer mi escrito tuve que ver a muchos gordos colorados tragar y de verdad,  aguantarme el asco. 
A veces sí me volteaba o cerraba los ojos para no guacarear.
Luego de ver a esos cochilocos tragar lo que menos pienso es en comer, se me quita el hambre. De hecho luego me da pena todo lo que he comido, algo en mí me dice que he pecado, el pecado de gula. Pero cómo no.
Y cuantos de esos hombres aparecen tragando en grandes cantidades es como una forma de sustituir las relaciones sexuales satisfactorias. Porque una cosa es tenerlas y otras es que sean de mutua satisfacción. Y cuantos de esos tragones tendrían una mejor vida sexual si no parecieran puercos parados y comieran saludablemente. 
¿Que mujer querrá acostarse con un pinche gordo de más de 200 kilos que huele a carnitas, a manteca recién salida del cazón?. Algunos de estos desdichados, supongo, le pagan a prostitutas para tener sexo alguna vez al año. Pero: ¿Desquitan o el colesterol y los triglicéridos no se los permite?
Desde luego esta gente es insensible a la problemática de la hambruna mundial y ni hace falta irse al continente africano, aquí en Latinoamérica hay muchos países padeciendo hambruna. Por ejemplo Haití, Cuba, Venezuela. En Cuba la mayoría de la gente come 3 mangos a diario porque es para lo único que les alcanza. La libreta mensual de alimentos para una familia cubana consiste en un kilo de arroz, un kilo de azúcar, un bote de aceite, una pierna de pollo. Y la pierna de pollo no está garantizada.
Por eso acá agradecemos el huevo, el frijol, la tortilla, el chorizo, el pan, aunque comamos con la cara agachada como perro agradecido con su plato de croquetas.
Cuando como de más pienso que le estoy robando a la gente pobre. 
Y esos pornocomelones sin duda desconcen el refrán:
"DE GOLOSOS Y TRAGONES ESTÁN LLENOS LOS PANTEONES"