Ahora que ya le llegaron al precio a Loretito muchos lo señalan de traidor a la oposición. Pero no es así, Carlos Loret nunca ha sido oposición de nada. Antes del surgimiento de Xochitl Gálvez al Loretito hasta lo estaban lanzando para la presidencia de México y es que viéndola bien de haberse logrado sería igual que Eduardo Verástegui de falso, de soplanucas, de muerde almohadas. Mejor una mujer presidente que un hombre sin huevos, sin integridad, sin honor. Igual o peor que López Obrador y el país no aguanta otros 6 años de desmadre.
Y ni modo que el padre de Loretito, Rafael Loret de Mola, no sepa la alimaña que tiene por hijo. Ni modo que no le pase por la mente todo el dinero, mucho dinero mal habido, dinero público y transas que ha hecho como un verdadero impostor y que intelectualmente no pasa las pruebas de honestidad, de ser un verdadero periodista, porque ni siquiera como un buen opinador ni mucho menos como entrevistador tiene nula clase o calidad.
Loretito ya tenía su mala fama de chayotero en Televisa así como de pésimo entrevistador y entrón a los montajes televisivos. Nunca le cayó bien al Cacotas Obrador y en cuanto tuvo el poder presionó a Televisa para que lo corrieran o les quitaría una suma millonaria en concepto de publicidad oficialista, contratos que aprecian mucho las televisoras más pendejas y absurdas del país pero que tienen el mayor raiting o igual y eso le hacen creer al gobierno. Quizás tengan mayor alcance por casi todo el país. Con los reportajes que leyó sobre los casos de corrupción de los familiares de López Obrador muchos creímos que se había redimido, que ahora sí era Carlos Loret de había vuelto intelectualmente honrado.
Ni al caso. Sacar los trapos al sol de un político corrupto es un método para que se mochen, para que el noticiero le dé por hablar de otras cosas, de otros políticos, de otros asuntos. Así le quisieron hacer a Xochitl Gálvez, ella no quiso darles ni entrevistas ni dinero, y por eso la han atacado primero con lo de sus tésis plagiada, no tuvo el efecto deseado, entonces la minimizan. Como si Xochitl no existiera, como si no fuera nadie ni sea relevante.
Pero de los plagios de tesis de doctorado de Claudia Sheinbaum eso no dijo nada el Loretito culo. Tampoco habla de la tragedia de la caída del metro en la Ciudad de México ni de su pésima administración como jefa de gobierno. Para Loretito y Latinus Cretinus eso ya no es importante.
Pero seamos honestos:
¿Quienes ven noticieros hoy por hoy?
En el siglo pasado todavía tenían mucha audiencia pero con el auge del internet y las redes sociales en éste siglo los noticieros comenzaron a desplomarse. Ahora los noticieros y los otros programas de televisión se nutren de internet y redes sociales para no quedar fuera.
Loretito es un sicario de la información. Es un profesional de la tendencia, de la mentira, de la realidad del mejor postor.
Es como los compositores de narco corridos que hacen burdos temas musicales con una narrativa que favorece a quienes pagan esas canciones populares. Las cosas fueron como dijo el patrón -parecen decirse los cantantes de narco corridos- y no pueden hacerlo de otro modo porque corren el riesgo que el patrón se moleste y les dé cran, piso, cuello.
Por esa razón el dueño de Televisa lo corrió, porque por un pendejo como Loret no iba a perder una millonada. Hasta yo haría lo mismo, que chingue a su madre Loret. La neta.
Entonces se salió de una empresa televisiva que tendrá presencia en todo el país pero Loretito se enroló en una empresa noticiosa de internet con alcance mundial: Latinus (hoy Cretinus, Chafanius o como sea) en donde tenía un programa semanal como un yutubero pero con mucho más presupuesto en donde LEÍA reportajes y notas de política nacional e internacional. Loretito fue uno de los noticieros que más cacarearon la pandemia, la falta de vacunas, la muertes por la gripa, el calenta-miento-global, la Corrupción de López Obrador y sus hijos, fue duro crítico de Donald Trump, a Biden no lo toca siendo que es un viejo cagón y tonto y por mucho el peor presidente de Estados Unidos, habló de la "guerra" entre Rusia y Ucrania y ahora hablan y hablan en Latinus de la guerra Palestina e Israel, como cualquier otro noticiero hambreado y adicto a crear odio, confusión y división y sacar provecho económico y vistas en YouTube.
Ahora Loretita ya tiene su noticiero diario.
Según que Loretito, el valiente reportero, macho alfa, nada delicado, ni doblado ni vendido, un día fue a cubrir la guerra de Rusia y Ucrania, guerra de la que tomó parte por el presidente Chelensky o como sea que se llame el güey ese de Ucrania porque Putin no le agrada porque es el malo de la película. Ni tan malo, si Putin no puede ni con un paisito pedorro mucho menos le hará nada a USA. Rusia está acabada. No puede.
Claro está que no fue a cubrir la guerra este pinche farsante. Nadie que no sea un soldado querría ir a una zona de conflicto bélico.
¿A poco muy valiente la Loretita?
A ver, que vaya a Jalisco o a Michoacán en los territorios del narco a ver si muy león, si muy fiera del periodismo es. O no fue a Ucrania este mentiroso o bien no fue a una zona de guerra, o bien, no hay tal guerra entre Rusia y Ucrania y sólo es un invento de los corporativos noticieros que extrañan la pandemia del covid.
Porque hay que tener muy en cuenta que los noticieros viven de crear una falsa realidad para influir en la opinión pública.
No hay que ser muy sabio para entender que los noticieros mienten todo el tiempo, confunden, amedrentan, dividen, son corruptos, están coludidos con los gobiernos y dicen puras pendejadas, cosas innecesarias.
Yo nunca veo noticias, me vale un pepino lo que suceda en el mundo. No me interesa ver noticieros de mi país porque todos son corruptos, mentirosos, tramposos, divisores, antimexicanos, comunistas, liberales, vendepatrias, chupacalzones, sodomitas, ratas, falsos, misándricos, odiosos y subnormales.
Vivo sin noticias. No las necesito para entender que la realidad está de la chingada y puede estar peor si siguen ganando esos mismos que financian a los noticieros.
México pegado a los noticieros no tiene futuro.
