No mame, vacúnese sin pensarlo las veces que sea necesario. ¿Acaso es usted terraplanista o conspiranoico? ¿Quiere que el mundo lo condene por no estar vacunado?
No se arriesgue. Confíe en la ciencia.
Tratándose de la salud humana, no lo piense y póngase las vacunas que el gobierno le indica por su bien y el bien de todos.