lunes, 3 de octubre de 2022

ACERCA DE ESTAR ENFERMO

En el caso de estar enfermo, a punto de ser intervenido quirúrgicamente desde luego que no vería las cosas desde un punto de vista optimista de la salud. Primero que nada trataría de estar bien con Dios y rogando por la salud, que me diera oportunidad de enderezar mi vida hasta el último momento. De inmediato después me refugiaría en la tradición eclesiástica para tranquilidad de mi alma. Luego hablaría con mi mujer y mis hijos, al último familia y amigos, en caso de tenerlos. También tratar de no cansar mucho gente. Yo aceptaría que en caso de morir pronto sería olvidado. Resulta que los pobres son olvidados con mayor rapidez que los ricos. Pero yo soy artista, el éxito en la vida no lo mido por el dinero sino por el arte mismo, asimilado y creado. Que es el único gusto que me llevo, lo que hice y lo que conocí. Resulta que en el arte hacemos más felicidad que los ricos y su poder económico. Nadie detendrá su vida cuando nosotros muramos. Ni la reina reptil pudo. El mundo no se detiene porque nosotros quedamos inertes en un cajón. La vida sigue para todos los demás. Y el mundo no se acaba hasta que nos acabamos nosotros mismos. Luego de llorarnos un rato los demás seguirán trabajando, consumiendo drogas, viendo la televisión, yendo a misa, viajando, teniendo sexo, enfermando, sufriendo. Porque la vida es sufrimiento. 
Yo he querido darle vuelta a la tortilla y crear una filosofía que logre apreciar la muerte natural como algo muy positivo aunque extrañamos a los difuntos. Pero no he logrado mucho. La seriedad de la muerte me deja sin ideas. 
¿Qué nos enferma de muerte? Yo supongo, creo, deduzco, que nuestra manera de pensar. Unos utilizan distintos venenos, drogas, alimentación que destruya nuestra salud. Creo que estar produciendo pensamientos de negatividad, de menosprecio, de auto engaño trae consigo una serie de eventos y manifestaciones negativas que enferman porque nos hacen consumir lo indebido, nos hace comer mal, nos provoca esa sensación de necesidad de evadirse de la realidad. Y también es producto de la desesperación y el auto engaño el buscar las malas compañías, las malas creencias o las creencias falsas.
Si uno está enfermo de gravedad debe buscar la reconciliación con Dios, con uno mismo, con los padres y hermanos, con los tíos, amigos y conocidos. Pero crear diálogos significativos, que alivien, que den esperanza. Personas en conflictos sólo acentúan nuestra enfermedad y discordia. Hay que evitarlas para no enfermar aún más pero si tenemos capacidad de perdón eso será benéfico. Hacer la diferencia y no lo que hacen muchos que enferman y se amargan y dan mucha lata antes de morir, no dejan ni un peso, no dan ni la bendición y por el contrario heredan tristeza, dolor o vergüenza. 
No hay que ser de esos sino de aquellos que dejan un grato recuerdo, aquellos que nos hacen pensar que pasaron a un plano superior pues la guerra siempre fue contra uno mismo y sus tentaciones, sus pensamientos erróneos y otras debilidades de la vida que nos pone a prueba en todo momento.
Y encima Dios nos pide disfrutarlo. Vaya complicación.

Verdeth