Artísticamente ya no tengo nada qué ofrecer. De hecho odio esa necedad del artista porque querer cambiar no sólo su mundo, eso no nos debe de importar, sino que también pretende modificar la percepción de los demás.
¿Con qué derecho?
¿Quién les dio permiso para hacerlo?
Toda forma de comunicación es un atentado de modificar la percepción del que capta esos mensajes, por lo regular el objetivo es el borrego adicto a las palabras, sonidos e imágenes . Es ni más ni menos que una operación a gran escala a nivel masivo e individual que busca cambiar la realidad.
Y todos están de una forma u otra en esa operación psicológica mundial o más bien lo diré en términos que le mama a la borreguiza: "Operación Psicológica Global"
Por la creencia misma que la tierra es una esfera que gira alrededor del sol junto con otros planetas redondos siendo también la teoría heliocéntrica una operación psicológica pseudocientífica.
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Y el arte, el cine, la música popular, los cómics, la TV, Yutú(jewtube), el radio, los podcast, los libros y todos los medios conciente o inconcientemente, todos de una manera participan en la operación psicológica masiva y global y el internet no es más que una herramienta militar para lograr esos objetivos oscuros y vender pendejada y media, fabricar una realidad falsa, espiar a todos los usuarios y programarlos con sexo, miedo, aspiraciones, tendencias políticas, emociones y valores retorcidos.
Todos están en la mierda de éste mundo, muchos sin saberlo. Son parte de la Conspiración. Muy pocos no están en el mundo pero no lo saben. Es la gente que está sembrando su propia comida, haciendo ejercicio, trabajando su granja, haciendo pan, creando ropa, artesanías, utensilios para vivir mejor; lo mejor de la gente está jugando futbol, están ayudando a un vecino a impermeabilizar su techo porque ya vienen las lluvias, está comprando un ropón para el bautizo de un pequeño, haciendo rosarios y escapularios, haciendo ayuno y penitencia para que sus errores sean perdonados y sea una persona mejor y más plena y feliz.
Esa es la gente que está viviendo realmente.
Los que no viven están todo el día en el Facebook o Instagram llenándose de mierda la cabeza, igual los que ven YouTube y Netflix, puras pendejadas, pura falsedad para gente consumidora de ficción.
¿No les dará pena? Uno es lo que come, la boca habla de lo que está lleno el corazón.
Y si éste corazón sólo ve pendejadas, ficción, a otros teniendo sexo, violencia aunque sea simulada, vulgaridad, confusión y mentiras viles ¿Pues de qué hablará? De nada. Se es un borregato.
Ya tiene su realidad muy alterada, muy modificada.
Lo más apremiante es vivir en el mundo real, tristes, enfermos o alegres y saludables. Pero sin ver noticias, videos, ni cine de mierda, ni porno, que el mundo se acabe de una puta vez.
No llenarse la tatema de la música popular odiosa e insalubre. No tomar en cuenta a los estúpidos influencers, que se mueran mejor.
Sólo cosas reales deben ocupar nuestros pensamientos. Estar el mayor tiempo posible en nuestro propio centro. Antes se proponía tirar la televisión si se quería ser inteligente. Hoy se trata no de tirar el internet, sólo verlo como lo que es realmente: un centro de contagio de la falsedad del mundo (recuerden el covid, sin televisión ni internet nadie lo hubiera tomado en cuenta, o ser no más que una gripa normal, sin necesidad de vacuna. Pero como la gente pendeja sucumbió al terror, bajaron sus defensas y muchos murieron de miedo a morir. Eso sí, bien vacunaditos, bien muertos. Gracias a la ciencia médica)
Y utilizarlo el internet sólo para cosas reales, conocimiento, diversión, comunicación, negocios o bien difundir estas palabras con la esperanza vana de que alguien deje de creer mierda, de pensar mierda y de unirse a la mierda.
A mí me hubiese gustado leer más mensajes como estos en mi juventud y no haber tragado tanto camote por años.
Participar no participando, haciendo la diferencia, sin salir de mi centro, de lo mío, la familia, mi realidad, mi comunidad, mis negocios, mis finanzas, mis verdades.
Y me importa un pito todo lo demás.