martes, 12 de octubre de 2021

QUIERO LLORAR Y NO PUEDO

Quiero llorar pero no puedo. Los santos lloran por haber ofendido a Dios. Tengo un enorme deseo de llorar pero no me surge el llanto. Por mujeres he llorado lágrimas de odio pero eso fue hace tanto tiempo que ahora me da vergüenza sólo recordarlo. 
Ahora quisiera llorar por mi mundo destruido a lo pendejo y sin haberlo defendido. Y es que esta nueva normalidad de mierda destruyó nuestro mundo imperfecto, tonto, a veces violento, pero hay un interés reptil para que ahora todos vivamos en un mundo miserable y hostil, un cárcel planetaria, una sociedad que ha renunciado a pensar y a dar guerra, todo acepta, temerosa y subnormal.
Ni lágrimas de odio puedo emitir. Y eso que odio con todas mis ganas esta situación.
Solo y desde un pueblo marginal nada puedo hacer más que sobrevivir. No hay dinero, no hay negocios, ni apoyo, ni futuro.

Sólo un presente pendejo y doloroso cada día peor. Llorar es un consuelo, un descanso, una meditación. Y no puedo llorar teniendo tantos deseos de hacerlo.