miércoles, 7 de septiembre de 2022

UNA BIEN MERECIDA DICTADURA

La gran mayoría de las personas en México es un desmadre. Para entenderlo de una manera general, los mexicanos son como esos hombres y mujeres inmaduros que se la viven en el desmadre hasta quedarse sin dinero descuidando su futuro. Ya cuando se dan cuenta que no tienen nada buscan formar una familia sin mucho compromiso con alguien con quien puedan compartir los gastos, la cama, los fluidos corporales. Y mientras no tengan hijos, se enfadan y cada quien para su casa. Unos vuelven a rastras a la casa de sus padres que no supieron educarlos. No pocos se llevan a sus hijos. Pero su estilo de vida no cambia, siguen en su desmadre personal y conocen alguien  afín y comienzan un nuevo ciclo. Otros, los más favorecidos, los menos pendejos y más sensatos, conocen a alguien que sí tiene metas en la vida, orden, salud, un buen empleo o creando un buen negocio. Alguien que si tenga la deliberada intención de ser alguien en la vida, alguien con carácter y disciplina y entonces sí o cambian, hombres y mujeres, o los mandan a chingar a su madre de nuevo. Literalmente. Porque los padres, la mayoría, todo le toleran a sus pendejos hijos. Así es la gran gran gran mayoría en nuestra sociedad mexicana. 
Pero sin esa persona con una visión, el mexicano o mexicana mediocre, nunca saldrá de perico-perro. 
Y esto no queda solamente a nivel psicológico y social, también en lo político tiene sentido. Una mayoría social en estas condiciones, en este sufrimiento improductivo, en ese absurdo, la única solución posible para un mejoramiento futuro de una nación, es a lógica de los poderes, UNA NADA DEMOCRÁTICA DICTADURA. ¿Qué tal, hijos de la rechingada?
Una sociedad que no conoce ni su historia, mucho menos la historia del mundo, repite y permite todas las atrocidades del pasado. Una sociedad inculta a mansalva como la mexicana no puede entender cómo se desarrollaron las dictaduras en otros países, precisamente para después hacerlos pasar por el mismo proceso y de una forma hasta pedir un país militarizado. 
A la lógica del ejército es lo que todos necesitamos. Es como el covid, la oligarquía y el leviatán decidieron enriquecerse por medio de la muy científica industria médica que lucran con la pésima salud de la gente. Crean el problema, un virus, y la solución: que todo mundo se vacune a lo pendejo contra algo que hace unos años conocíamos como una gripe común y corriente. Igual con los narcos, que operan con permiso del gobierno, están ahí para garantizar que las fuerzas armadas permanezcan en las calles. La gente amedrentada lo pide a gritos o eso nos hacen creer los medios porque acá afuera, en la calle, en la realidad, la gente es indiferente. Pendejamente inocente. Como esas vacas que pastan mientras las ordeñan y que tarde o temprano serán alimento, así está la mayoría. No hay visos de rebelión a lo que está sucediendo. Socialmente nuestra sociedad y la política se divorciaron, hubo un rompimiento. Ahora la sociedad querrá asentar cabeza y unirse en matrimonio con el férreo, disciplinado y poderoso ejército mexicano. Y estos van a poner en cintura a todos aunque eso signifique la pérdida de nuestros derechos humanos, libertades y el nulo respeto a decidir qué es lo mejor para nosotros. Lo tuvimos, no la aprovechamos y estos oligarcas y militares desarrollaron un plan bien estructurado para controlar el país por siempre. Claro que si. Se los dije.
Dios nos agarre confesados. No somos más que ganado. 
Verdeth 
Pd:
Si crees que PRI y Morena son diferentes, eres corrupto o un ignorante que no entiende nada de política.