miércoles, 13 de septiembre de 2023

DE MARIGUANA Y MARIGUANOS


El tercermundismo y la drogadicción del pueblo son hermanos inseparables. Imaginé que la mariguana fuera legal, de libre consumo y que la vendieran en las tiendas: al poco tiempo quedaríamos como Venezuela. Y luego de un tiempo como Cuba. La degradación humana alcanzaría a un gran sector poblacional, eso, en el supuesto de que sólo la mariguana fuese legal, otras drogas más nocivas a la mente como el cristal o la cocaína y las consecuencias serían mucho peor. Si en otros países estas drogas pueden más o menos consumirse libremente, son países pequeños con un mayor control poblacional, con un estado de derecho y de nivel primer mundo.


Si ya de por sí hay mucha pobreza, desempleo, inseguridad, un culto al crimen organizado que se extiende y toca todos los estratos sociales, políticos, religiosos, sociales, económicos, el país bajo el libre consumo de droga se acabaría el orden, el poco que queda. 
Demasiada libertad es perjudicial. Si así con drogas ilegales los jóvenes cada vez están peor, con libre consumo es preocupante.

Todo lo perjudicial necesita de avatares, de promotores y apologistas y estos se encuentran en la música, en los videos, en los antros, ya en sí mismos un problema social por la gran aceptación que tiene el alcohol junto con el estímulo del sexo casual y encima las drogas como cocaína y metanfetaminas, la mariguana es lo menos preocupante. Por cierto que la mariguana aún es estigmatizada por el humo y el olor, éste estupefaciente no es tan popular pero su consumo es mayor en las calles, playas y dentro de los hogares.

Hay mucha gente que tiene décadas fumando y mucho se dice que la mariguana no crea adicción. El autocultivo no es muy común y casi toda la hierba que se consume se le compra a malandrines creándose una codependencia. 
Según ellos, los mariguanos, no le hacen daño a nadie, ni siquiera a sí mismos mientras fuman porque creen que la droga es medicinal y no adictiva, pero claro que lo es. Quienes la fuman a diario lo saben. Hay gente que si no fuma marihuana a diario no se siente bien. Otros no conciben un fin de semana sin mota, otros con problemas de estrés no pueden prescindir.
300 o 400 pesos cuesta una onza de hierba regular, cantidad para un fin de semana si se es fumador de alto calibre. El problema es que muchos fumadores se gastan el dinero en mariguana y dejan sin comer a sus hijos. Otras veces que la mariguana deja de hacer su efecto paliativo y provoca que el adicto busque otras drogas, impulsado también por artistas, por los videos y cantantes y es entonces cuando nacen nuevas adicciones y la violencia, la inseguridad y la locura hieren el tejido social y el país, la región, el poblado decae y pone en riesgo el futuro de la juventud.
Porque la mariguana sí jode, el entendimiento, la salud mental. Si un muchacho en pleno desarrollo fuma mariguana puede ser muy perjudicial.
La cultura de la intoxicación debe disminuirse y desaparecer. 
Los drogadictos de cualquier sustancia son gente necia y problemática. Debe haber alternativas para que la juventud no caiga en las drogas y es deber del estado garantizar que esto suceda. A menos que el estado busque su propia destrucción, debe hacer todo a su alcance para que la drogadicción no sea en futuro del país.