jueves, 7 de septiembre de 2023

LA SALUD PÚBLICA VA A LA BUENA DE DIOS


Hay que cuidar la salud. No queda de otra. Vamos solos y por nuestra propia cuenta.
Yo no sólo carezco de seguro social, no cuento con ABSOLUTAMENTE NADIE que en caso de enfermedad me preste dinero para atenderme. Cuido mi salud.

Hace poco pensé en la posibilidad de atenderme con un loquero. Por azares del destino aparte de que no sé cómo acercarme a un psiquiatra, no tengo dinero ni para pagarle sus servicios ni para pagar la posible drogadicción que me recete.
Además que no quiero drogarme con nada. Vivir sin ningún tipo de drogas es mi ideal.

¿Tomarse una cervecita de vez en cuando es droga? Bueno, pues nadie es perfecto.
La abstención no te salvará de la muerte.
Lo ideal también es no ser un pendejo.
Cuidarse, cuidarnos, tener una buena actitud.

Si te quieres morir, hermano, hermana: muérete a la chingada. No robes oxígeno, no molestes a la gente. Pues sí. Deja más espacio a los que quieren vivir.
Los que queremos vivir, hacer, estar al servicio, amar, conocer y saber, debemos cuidar la salud. Estamos solos, nadie verá por nuestra salud salvo nosotros mismos.

No hay un sistema de salud eficiente en el México del Cacotas. No hay atención, ni medicinas, ni nada de nada. En cambio tenemos una cultura tóxica preocupante:

Obesidad y sus enfermedades derivadas, drogadicción y sus enfermedades derivadas incluso de tipo mental, alcoholismo, depresión y derivados, farmacopea y sus enfermedades derivadas, pobreza, desnutrición y las consecuencias negativas en la salud. 

Así que a dejar ya las drogas, la mala alimentación, el alcoholismo, la comedera, la tristeza, la inactividad. 
Aunque tuviéramos dinero para curar nuestros padecimientos, es sabio, es inteligente, es justo el prevenir las enfermedades. Y así usas tu dinero en otras cosas que no sean hospitales, médicos, operaciones, medicinas, etcétera.

Cuídate porque nadie más lo hará por ti.
Vamos a la buena de Dios.