domingo, 24 de septiembre de 2023

EL SIMP NO ES TU AMIGO


Algo que tenemos algunos hombres en común es que no contamos con muchos amigos. No nos hallamos siendo demasiado sociales. Desconfiamos hasta de los parientes, cercanos y lejanos, porque hacerse de confianzas es ya bastante improbable en estos tiempos.
Entre todos los hombres los Simps son los más sospechosos e indignos de confianza.
Los Simps son esos perritos falderos y hambreados que no saben vivir, pobrecitos, sin estar de rodillas ante una mujer que les controle la vida.

Ya sea por el abandono paterno o por una mala educación de parte de la madre en donde también cuenta el abandono, demasiada exigencia y rigidez y otros factores que dan lo mismo: 

el Simp es un pendejo que no puede dejar de oler calzones panocheados, que necesita demasiado del afecto femenino y estas sabiendo, detectándolo, se aprovechan de tener un consolador que no necesita pilas y siempre dispuesto a complacerla en todo lo que pueda.



No importa su status económico, un Simp es un hambreado que necesita una mujer, casi siempre mediocre,  por sobre todas las cosas. Y aquellas se sienten unas diosas de tener un cajero, un consolador, un devoto admirador, alguien que le mantenga a sus hijos. Las madres solteras son cinta negra en el conocimiento de los Simps, ellas saben lo que quieren: 
P.   A.    N.    O.   C.    H.     A.     
(Peluuuuda, con un chingo de pelos y/o depilada) 
Panocha y dar Chupirules.
Es todo lo que necesita un Simp:
Panocha y Chupirul. 
Esto mismo, peposa peluchona y chupirul puede venderlo cualquier prostituta, pero un Simp prefiere mantener hijos que no son de él o pagar el restaurante, el hotel, regalarle cosas o tener nalga segura, que sienta, piense y crea que esa mujer es sólo para el solito aunque ella tenga varios hijos de diferentes padres.

A un Simp no le importa que su diosa no tenga metas, ni que use drogas, que sea alcohólica, que tenga hijos que no sean de él, el Simp le da las llaves de su alma a la mujer.
Más tarde a estos pendejos Simps los dejan y se andan hasta suicidando. Y mucho ojo: 
EN ESTE BLOG SE APRECIA EL SUICIDIO... 

siempre y cuando no sea por una fruta, por una maruja pues. En ese caso no tiene nada de especial quitarse la vida. Les das en el ego. Van a creerse irresistibles sólo porque un pendejo se quitó la vida por ellas y lo celebrarán yéndose a echar pata con otros güeyes hasta que se mueran de causas naturales. Piensa mal y acertarás.
Lógica.

Una mujer no puede vivir sin que un hombre le esté pisando la cucaracha 🪳
A menos que sea monja, estas sí pueden vivir sin sexualidad porque transmutan su energía sexual en la oración a Dios y el santo servicio a los demás. 

También las lesbianas pueden vivir sin hombres pero ¿Acaso no saben que hay muchas lesbianas arrepentidas? 
Caso contrario con los hombres: no existen los chotos arrepentidos.

Pero sigamos con los pendejos de los Simps: hay desconfíar de todos ellos.
Siempre y en todo lugar.
Porque un Simp nunca será tu amigo. Toda su lealtad está comprometida con sus mujeres y para otro hombre no le queda nada. Fíjate siempre que a los Simps nadie los toma en cuenta, son tipos mediocres e imbéciles que nunca destacan en nada. Son mezquinos y chupapatas.
Cuando no les hacen caso, siempre están detrás de un culo y son capaces de traicionar a sus amigos si la mujer de estos, por celos, venganza o por su cabrona naturaleza les dan una oportunidad. 
Un Simp te va a chapulinear siempre. 
Para él la amistad con hombres no es importante. Son mal ejemplo para la juventud. Los jóvenes necesitan de guías ya que muchas veces crecen en hogares fragmentados o con el padre siempre ausente buscando el sustento familiar y no le da tiempo de alinear a sus hijos ni de protegerlos y por la misma razón a la primera de cambios caen en las redes de mujeres maleadas, ya carruseleadas, que le dan su aquellito al Simp y lo atrapan y luego los desechan por otro Simp, no sin antes sacarle todo el jugo, el dinero, tiempo y hasta la razón de vivir.

Los Simps son reemplazables. Ellos lo saben pero como son adictos a la peposa, al ñoco, al mejillón, pues no les importa porque creen que sólo se vive una vez y una vida es demasiado corta para no ser un jodido Simp.
Está bien, que se pierdan, vivamos y dejemos vivir. Pero se trata de nunca confiar en un Simp, no darles por nada del mundo confianza ni una amistad de calidad. No son leña. No son la verdura.
Son chancros, son gamborimbos, son desechos humanos y son traicioneros. 

De hecho si un hombre odia estás líneas, se trata de un pinche Simp, desconfía de él.
Todos los Simps son iguales. No confiar en ellos es inteligente.