miércoles, 4 de agosto de 2021

UN OJO AL GATO Y OTRO AL GARABATO


Yo soy un dibujante nada más pero no dudo de las ciencias. Las respeto y las aprecio. No más que las cosas de Dios, de eso estoy seguro. No desapruebo los avances científicos. De hecho no desapruebo las vacunas, las medicinas. No tengo el conocimiento para hacer algo así. Lo que pongo en duda es que de pronto en todo el mundo se haya organizado para luchar contra un mal viral devastador y que todos los billones de seres humanos tengan que estar vacunados para sobrevivir a esta pandemonia. Y que en las redes sociales se censure y bloquee a las voces disidentes y que cuestionan la narrativa oficial, y que le tengan tanto miedo a las voces que se rebelan es lo que me hace dudar de la veracidad del suceso que "cambió la historia". 
Que quede claro eso: no se trata de cuestionar la ciencia médica desde el sentido común. Lo que está mal es que no se permita cuestionar el que exista una versión única de algo que tiene muchos puntos de vista. Año y medio ha pasado de la pandemia y los controladores del rebaño, teniendo sometida a casi toda la humanidad bajo sus caprichosos procedimientos, ahora tilde de causantes de todos los problemas a quienes no se vacunan, a quienes no lo creen necesario porque saben que nacieron con un sistema inmune que hay que reforzar siempre. ¿Qué sigue luego de que todos estén vacunados? ¿Ya la dicha y hermandad mundial? ¿Todo será justo y sano, todos felices con el triunfo de la ciencia médica?
No soy nada, no sé nada. Y sin embargo me han criticado que porque "no creo en las vacunas" No, esperen; no se queden ahí con las vacunaciones, no creo en nadie. No lo tomen personal. <<No pero que todo ese esfuerzo mundial postpandemia es para vivir mejor y más>> dicen los optimistas y entusiastas de las jeringas y la obediencia al gobierno. Bien, lo entiendo. Pero yo me identifico con la MUERTE. La vida sólo es sufrimiento. Es mejor que me dejen en paz. Nunca voy al doctor. Tengo una fuerte y estable mala salud. He estado viendo a los muchos artistas que han muerto en los últimos dos años que gozaron de fama, fortuna y lujos y que ahora apenas los recuerdan. Qué triste. Ahora uno se muere a la semana nos olvidan. Por eso me identifico con la muerte. 
yo sólo pido dos cosas: que me dejen en santa paz al no meterse conmigo. Y la otra es que no me quieran ver la cara de pendejo. No es mucho pedir.
Nunca nos van a poder chingar a todos, nunca podrán someternos a toda la humanidad, ni acabar con toda la disidencia aunque tengan esos objetivos, no lo lograrán. No están tomando en cuenta a Dios. Y eso les cambiará sus planes drásticamente.
verdeth