El verdadero sentido del satanismo no es tanto el rendirle culto al
demonio, la inclinación hacia el mal, los poderes y todo eso que implica
un acercamiento al amo de la oscuridad. El satanismo es un enemigo
declarado del espíritu humano. Por eso el satanismo nunca es arte sino
pura mierda.Algo muy raro pasa con la realeza europea, el empresariado,
la clase política, las celebridades, los medios masivos y el espectáculo. Los
personajes que protagonizan estos roles son en verdad extraños y muy extraña también
nuestra forma de verlos, asimilarlos y en muchos de los casos adorarlos. Por su
manera de ser, de pensar, de actuar se dibuja una decidida misantropía. Una
forma de vernos por encima del hombro a los naturales que además son sus
fanáticos, sus fieles religiosos, admiradores y consumidores principales de sus
mercancías, mensajes subliminales y programación. No es sencillo descubrir la
verdad con tanto velo. Ellos están aquí entre nosotros, viviendo. Sin alma pero con
vida. Desde pequeños, desde el engaño de su magia e ilusiones ópticas. Están ya
en nuestro plano, imitando nuestra naturaleza humana. Personas famosas y
poderosas y una ciencia servil a sus caprichosos y locuras demoniacas. Al ser
algo nuevo, actualmente no hay mucho por decir verdades y sí mucha impresión y
desconcierto. Estas celebridades y entidades famosas y poderosas vienen con
todo contra la humanidad. La misantropía de los gobiernos, en las religiones
hacia otras creencias, en el capitalismo y el socialismo, en democracias y
tiranías, es evidente. El estatismo es misántropo, gobernar a otros significa
estar por encima. Ser político no es un trabajo, es un privilegio de las clases
altas que odian trabajar. Si la política fuese un trabajo real, no habría
políticos que la hicieran. Mucho del comercio de mayor consumo es un atentado
contra la salud, misantropía. Las vacunas de la ciencia médica, sus principales
ingredientes dañinos, el aborto, el cambio de sexo y modificaciones estéticas
retorcidas, la medicación, la inoculación: odio contra el ser humano natural.
Destruir la naturaleza en todo sentido, es el pensar de estas entidades poco
amigables. En su altar a Lucifer la oscuridad es luz, la guerra paz, la mentira
verdad. Particularmente he tratado de hablar de estas cosas con la
gente a mí alrededor, pero no les importa un carajo. O le temen, el caso es que
es mejor escribirlo. Ya si lo quieren leer es un extra. Porque nadie parece
comprenderlo. Cuando hablo de estas
personas todo mundo me ve raro, me ridiculizan, creen que les quiero ver la
cara de idiotas. La mayoría así reacciona. Están condicionados a ser de esa
manera, a poner en duda toda evidencia en contra de sus amos, de sus ídolos y
dioses. Toda esta cosa de inversión abona
a la idea que finalmente los seres humanos somos creación del demonio y no de
un Creador Absoluto que se supone, nos ha creado por amor pero la humanidad le
fallamos y nos tuvo que castigar una y otra vez y luego el buen Dios Jehová nos
manda a su Hijo para redimirnos, ese y muchos otros cuentos hebreos, para
ellos, para las personas que le garantizan el culto, la casta sacerdotal de
elite. Y resulta que tienen controlando al mundo entero con esto, lo que hace
las literaturas religiosas un instrumento de guerra “espiritual” literalmente
pues spiritual significa sphere ritual, círculo ritualista satánico.
Así que la gente religiosa anda por caminos espiritualistas ocultistas creyendo
que están en algo noble, bueno, verdadero y sublime. Estas entidades realmente
creen que pueden lograr convencer a la humanidad de que el demonio es el
creador del universo y por supuesto, de la humanidad entera. Algo que les será muy
sencillo de asimilar debido a la presencia de las religiones líderes en la formación
de la cultura, la política, la ciencia y las creencias occidentales. Bueno,
pero esa es la directiva principal, lo que queremos es hablar de los esbirros y
de todos esos personajes estúpidos que todo mundo adora como los rockstars, los
raperos, los reguetoneros, los actores y actrices y celebridades que son,
fueron o serán los idiotas famosos del mañana. Así como los políticos, la
realeza, los millonarios misántropos, los científicos y filósofos de nuestros
tiempos, los premiados con el Nobel, gente que tiene millones de dólares,
millones de seguidores, millones de reproducciones en sus videos en youtube,
que te salen hasta en el cereal o en la maldita sopa, que hablan como loros en
la televisión, los imbéciles que nos muestran sus carnes y miserias, la gente
de medios masivos que hacen de la mentira y la distracción una profesión, como
el periodismo televisivo.
Los sonidos y cantos de brujas que se escuchan en los
radios y teléfonos del pueblo que alteran el pensamiento subliminalmente, acompañados
de la publicidad más enfadosa en boca de sus locutores subnormales y oligofrénicos,
su sentido del no humor, los rumores banales y noticias falsas que dispersan
como si no hubiera gente pensante escuchándolos jamás. Y ni para reclamarles
algo a los desgraciados pues cuentan con una horda de argüenderos que piensan
igual que ellos, sus ídolos, y son capaces de violencia verbal o física en su
defensa. Es exagerado, lo sé pero estamos a una nada de que sea una realidad.
Despacio pero sin prisa, la agenda de la normalización de lo
sobrenatural va cumpliendo sus objetivos y sembrando a su paso estas nuevas
realidades retorcidas. La religión ya hizo lo suyo por siglos, el mal está
hecho es tan inevitable como el oxígeno aunque sea pútrido. Para ver hay que
pensar y para pensar hace falta ver, ver en realidad, sin velos ilusorios. La
verdad es indestructible pero se puede ocultar por mucho tiempo, lo suficiente
para alterar los acontecimientos y se piense mal en lo que son.
VEJEZ
La gente le tiene una aversión a la vejez. La ven como una maldición,
como una etapa donde no vale la pena nada, cuando uno debe chingarse y
esperar tranquilamente la muerte. Yo no lo veo así. Y cuando digo que
estoy viejo no lo hago para que se sientan mal los que son mayores que
yo ni mucho menos para que los mas jóvenes me consuelen y me sigan
tratando como a uno de ellos. Las condiciones físicas le dan forma a la
vida, si ya no son las de antes, ya no se puede esperar un rendimiento
como el de antes. Dejen de ser gerontofobicos.
FÁBRICA DE ENSUEÑOS
En las
calles aledañas a la fábrica había muy poca gente. Aquella provincia era como
una pequeña ciudad fantasma sin mucho qué hacer. La edificación más grande era
donde trabajábamos los sin nombre.Nadie
conocía ese lugar. Ocupados arduamente en nuestras tareas determinadas teníamos
muy poco tiempo para hablar. Ni siquiera a la hora de la comida se podía
hablar. Las bandas de producción no se podían detener según nuestro capataz, un
tipo que portaba pantalón y camisa color beige mientras el resto de los obreros
usábamos el color azul marino.
Algunos
trabajadores no usaban uniforme, cosa que no parecía importarle mucho a nuestro
jefe. El capataz tenía su oficina en el mismo nivel que las máquinas de
producción sólo que rara vez estaba allí. Nadie le llamaba nunca. Él conocía
todo acerca de la fábrica, al menos todo lo del área a su cargo. En el trabajo
nadie sonreía. Algunos mientras trabajaban volteaban a descansar la vista a las
paredes sucias. Todos los que trabajamos ahí habíamos sido contratados por tres
meses, entonces nos pagarían todo de junto. No tuvimos otra que aceptar esas
condiciones ya que no había trabajo en ninguna parte. De hecho yo venia de una
región lejana. Olvidé su nombre. No sólo olvidé el nombre de mi lugar de origen
sino que también olvidé mi propio nombre. No hacía falta. Con ver nuestras
caras de amargura al hallarnos encerrados en ese lugar sabíamos que nada era
tan importante como nuestro trabajo, la producción de la fábrica. El
trabajo nos hacía olvidarnos de todo: del día, de la noche, pues ahí siempre
todo estaba igual. Poca luz, olor a metales y aceites para las maquinas,
combustibles quemados, etc. Había un perro grande y viejo que era el ser más
amigable en toda la fábrica aunque estaba tan triste como nosotros. Al menos yo
podía hacer apuntes en mi cuaderno de vez en cuando y aunque nadie me vigilaba,
escribía y pronto guardaba mi libreta en el bolsillo. Mi trabajo era la
limpieza así que me tomaba con calma mis labores que eran acomodar las cosas,
barrer los cuartos de máquinas, los dormitorios y los sanitarios que más
tardaba en limpiarlos que en ensuciarse de nuevo. Ocasionalmente el jefe de la
fábrica hacía juntas obligatorias para todo el personal para hablarnos de las
tareas y metas de producción. Acompañaba sus planes con palabras de ánimo para
que nos sintiéramos más felices de hacer nuestro trabajo pues no había mucho
empleo y en otras partes hasta se mataban por una plaza laboral. El jefe nos
decía las cosas de corazón, pero también repetía mucho de lo que le decían sus
superiores. Era el empleado con más antigüedad en la fábrica. Una vez nos dijo
que él había comenzado como yo haciendo labores de limpieza y que poco a poco
ascendió a operador, luego a jefe de línea, después mecánico y por último jefe
de nivel. Ganaba el doble que nosotros y por lo menos tenia quince años en la
fábrica que conocía como la palma de su mano. En la junta habló el cocinero de
la fábrica y dijo que en el almacén ya sólo había fideos. Algunos operadores se
quejaban de las herramientas y que ya era necesario reponérselas por nuevas.
Los mecánicos aprovecharon para decir que las bandas estaban muy deterioradas y
que se requería de más personal para no estar deteniendo la producción a cada
rato.
El
jefe hacia anotaciones y se le veía un poco preocupado; sugería soluciones y
prometía mejoras en todos los ámbitos. En cuanto a la alimentación manifestó
que haría el esfuerzo para hacer tres comidas al día pero que teníamos que
esperar y conformarnos mientras con dos porciones de fideos al día. Para
nuestra mala suerte afuera de la fábrica no había nada de comer además ni
teníamos dinero para comprarlo. Todo estaba cerrado siempre, hace mucho tiempo
que había negocios cerca de ahí. Los trabajadores regresaron a sus puestos.
Después de una larga jornada laboral de doce horas todos se fueron a los
dormitorios.
Al
amanecer siguiente no escuchamos el despertador. Todos nos fuimos despertando
más por costumbre que por el ruido de la alarma. No había energía en toda la
fábrica. El jefe estaba tratando de hacer funcionar la planta de energía en el
cuarto de máquinas pero había poco combustible como para echar a andar los
generadores. Nos dijo que nos tomáramos un descanso y que les hablaría a los
superiores para informarles del percance. Algunos obreros se sentaron en el
piso y comenzaron a platicar un poco de cosas del trabajo. Yo seguí limpiando
como si nada raro hubiera pasado. Cuando llegué a barrer el área de cocina
estaba vacía. Creí que el cocinero se había tomado su descanso y no fue hasta
cuando me dirigí a los dormitorios cuando me percaté de que el cocinero seguía
dormido. Terminé de limpiar y al pasar por su cama vi que su vientre no se
movía al respirar. Lo moví un poco de los pies y nada. Me acerqué a la cara y
el cocinero no respiraba. Toqué su cuello y estaba frío. Corrí a avisarle al
jefe que el cocinero estaba muerto. Me dijo que lo acompañara hasta donde
estaba el cocinero. Lo tomó de los brazos y me ordenó que lo levantara de los
pies y sin que nadie se diera cuenta lo dejáramos en el cuarto de máquinas que
estaba en penumbras. El silencio era desesperante. Me puso a preparar la comida
para todos pero había muy pocos fideos y agua de la llave. Tampoco había gas en
la cocina. Al parecer nadie notaba la ausencia del cocinero. Probablemente el
descansar un poco los puso a reflexionar un poco en su vida y a preguntarse sus
nombres o apodos. Trataba de descifrar los diálogos. Algunos se pusieron a
jugar con un balón, hacer tiempo. Tiempo muerto. Como nadie estaba trabajando
me fui a dormir una siesta y al jefe parecía no importarle.
Al
otro día amanecieron dos obreros muertos. Estos se habían rociado gasolina y se
dieron un cerillazo. Nadie los detuvo. Nadie dijo una sola palabra. Vieron la
inmolación como si fuera cualquier cosa. El dormitorio estaba igual a como yo
lo había dejado. Sin embargo en la madrugada sentí la presencia de
alguien que me tocaba los pies, la cara y el cuello. De un susto me levanté y
no vi a nadie. Fui en busca de los demás y ahí seguían muchos contemplando los
brasas y huesos carbonizados de nuestros compañeros. El jefe incluido que ya no
tenía su uniforme sino una camisa arremangada color blanco y un pantalón de
mezclilla azul. Me disponía a limpiar la grasa derretida en el piso pero el
jefe me mandó a hacer mis labores al cuarto de máquinas ya que según él la
energía llegaría en cualquier momento y la producción se estaba retrasando
mucho. Al entrar al cuarto de máquinas prendí una lámpara de baterías y fue
cuando pude ver varios cuerpos apilados. Eran trabajadores. Al acercarme pude
ver que tenían golpes contundentes en la cabeza como si hubieran sido hechos
con un martillo. No sé por cuanto tiempo estuve dormido pues la pestilencia me
provocó náuseas y los ojos me lloraban. Me cubrí la boca con mi camiseta. Cerca
de los restos del cocinero estaba el cadáver del viejo perro ya inflado y
agusanado. Por primera vez sentí mucho miedo y odio. Fui con el jefe
para pedirle una explicación pero él estaba solo en el piso diciendo que no
tardaría en llegar la luz eléctrica y que deberíamos estar listos para seguir
trabajando. Pero otros dormían o estaban muertos.
Al
cuestionar a mi jefe sobre la situación se quedó callado por unos minutos y
luego me pidió que lo siguiera hasta su oficina. Molesto, buscaba entre los
cajones unos papeles y ya que los halló me los dio a firmar pidiéndome una
copia de regreso que volvía a meter a los archiveros.
Me
dijo que mi trabajo había terminado y que esos papeles los tendría que llevar a
un domicilio en la ciudad donde me pagarían lo correspondiente a los días que
trabajé solamente pues no completé el trimestre laboral. Al ir hacia la puerta
principal de la fábrica nadie se despidió de mí y fue cuando me percaté de que
no había puerta, que siempre había estado abierta y que cualquiera se pudo
haber salido de allí cuando lo deseara.
Caminé
varias calles vacías hasta llegar a una avenida principal y luego de 3 horas de
espera pasó un taxi destartalado. Le hice la parada y le pedí que me llevara al
domicilio escrito en mi documentación y que en cuanto recibiera mi sueldo le
pagaría por su servicio. El taxista aceptó y me llevó hasta el domicilio
indicado.
Apagó
el taxi y me esperó a que regresara. La oficina de la fábrica en la ciudad
era atendida por una anciana. Ella me dio otro papel que era un pase a un
restaurante contiguo donde había gente muy bien vestida comiendo suculentos
platillos. Los meseros del lugar me asignaron una mesa en donde me esperaba una
mujer vestida de niña que me hacía insinuaciones sexuales tocándose la
entrepierna y sacándome la lengua como una serpiente. Los meseros me pusieron
una servilleta en las piernas y me sirvieron una sopa. La mujer vestida de niña
me tocaba mis partes nobles por encima del pantalón y por debajo de la
servilleta. Le dije que yo jamás me acostaría con una niña. Aventé la
servilleta al plato y me salí del restaurante. Al salir vi al taxista dormido y
me fui caminando sin rumbo fijo.
GFU: GRAN FRAUDE UNIVERSAL
La Gran Fraternidad Universal es un cáncer espiritual esparcido por todo el mundo. Son un grupo de gurús que hacen meditación, astrólogos, ecologetas y vegetarianos hijos de su mal dormir que tienen una misión muy clara: contribuir a la vagancia espiritual y combatir al catolicismo.
Para ello se mueven reclutando católicos nominales, gente sin religión, gente que cree en los ovnis, agnósticos, ateos, budistas, en sí todo aquello que signifique hacer a un lado el cristianismo religioso genuino en un sentido tradicional. A todos les dan la bienvenida gratuitamente a los cursos de meditación y alabanzas a su dios cósmico, su dios de luz, o sea: Lucifer. cruces templarias que portan los gurús, antiguas civilizaciones "interplanetarias", ecologistas y naturalismo neo hippie.
Descristianizar al pueblo que ya de por sí está parasitado con la versión piratadel rito novus ordo. Todo es en la GFU es una mezcla de cultura egipcia, satánico-masónico-new ager. La GFU es el gran sueño de la bruja rusa M. Blavatsky vieja masona diabólica.
Ya agarran algo del cristianismo, algo del budismo y taoismo, algo de los extraterrestres (que son los demonios de toda la vida que viven entre nosotros) Como si fueran los varios instrumentos de una orquesta demoniaca, recurren a argumentos metafísicos, filosóficos, religiosos, científicos, históricos, arqueológicos, geológicos, fisiológicos, astronómicos, filológicos y etimológicos; introducen un copioso número de citas de gran diversidad para crear un batidero mental de conceptos y realizaciones pseudoespirituales y prácticas oscuras disfrazadas de bienestar; evocan y se apoyan en los textos sagrados de los hindues, en los principios, en las enseñanzas y en las terminologías de las tradiciones religiosas, filosóficas, simbólicas y "mitológicas" de los más diversos y diferentes pueblos del mundo- en un himno entusiasta al más vívido y demostrado universalismo, columna vertebral de la Nueva Era (new age) para contribuir con su granito de arena con el sueño masónico de tener un solo gobierno, una sola moneda y una sola religion en todo el mundo tipo la novela Big Brother de George Orwell. Porque ellos, los malos, están detrás de todo. Y la GFU, por supuesto, no es excepción así como "Coexist", Zetgeist, el movimiento ecuménico, la industria editorial del fenómeno ovni o vida extraterrestre, actividad paranormal, así como cine, tv, radio e internet con temática similar es controlada desde hace décadas por la masonería. Así que ya sabe, abandone la gran fraternidad universal, vaya misa y conozca su fe.
VEGETARIANISMO
“Comamos para vivir, no vivamos para comer.”
Sabiduría popular
El vegetarianismo es algo sano pero también un eficaz sistema de control psico-emocional dentro de la cultura occidental. El vegetarianismo es muy antiguo, proviene desde los tiempos que el hombre salió de las cavernas y comenzó a cultivar las tierras. Pero en tiempos más recientes el vegetarianismo es un movimiento que resurgió en la década de los 60 del pasado siglo que vino acompañando filosóficamente a los hippies, el budismo religioso, hinduismo, jainismo y a las sectas del tipo “nueva era” que han ido ganando espacio desde entonces y formando ya las bases ideológicas de un culto global donde está prohibidísimo y en muchos casos es hasta un pecado mortal comer carne de animal con base en la teoría de Darwin que el hombre proviene del chango y este es vegetariano. También hay corrientes donde se abstienen de comer cualquier alimento de origen animal como huevos, leche, quesos, yogurt, chicharrones y así los llamados “veganos” y otros como lo son los frugívoros que se alimentan exclusivamente de frutos. Y los macrobióticos que sólo comen cereales, granos crudos, cacahuates y otras semillas y sólo beben agua.
Hollywood, la capital del cine satánico, aprecia y promueve frecuentemente el vegetarianismo y cuenta con muchos actores que siguen una dieta vegetariana así como también son muchos los personajes de la cultura oficial como Albert Einstein, Benjamin Franklin, Goethe, Rousseau, Lenin, Leonardo da Vinci, Darwin, Galileo, Chaplin, Tolstoi, Bernard Shaw, Gandhi, Freud, Edison, Calvino, Hitler, Madame Blavatsky…¿qué pasa con estos vegetarianos? Pues la mayoría son iconos culturales relacionados con sectas secretas como la masonería, el comunismo, la pseudo ciencia y la política. Si eran vegetarianos o no es un misterio, hay que creer en lo que decían pues se entiende que quer
ian sostener la teoría de Darwin de que el hombre es vegetariano porque desciende del mono.
En su mayoría son personas que hablaban de la paz y del amor a los animales y de un mundo mejor. ¿Pero acaso respetaban esos principios? ¿En realidad sólo basta dejar de comer carne animal para vivir en un mundo mejor?
Si eres una persona que no come carne, que ama a los animales y que mantiene el control y busca "la paz interior" ¿por qué estar en la política o la masonería, que es lo mismo?
Lenin, el comunista ruso, no comía animales muertos pero fue un gran asesino de muchas personas que diferían de su particular manera de ver el mundo comunista masón.
Goethe, Franklin, Shaw, Gandhi, Edison, Chaplin, Tolstoi y Hitler fueron masones, anticristos declarados. Madame Blavatsky era una vieja bruja diabólica rusa y madrina del New Age. En las sectas nueva era el vegetarianismo es una constante. El gran pecado de la humanidad, según este conjunto de filosofías antiguas paganas es que la humanidad se haya alimentado de la carne de un animal; por lo tanto quien se abstiene de comer carne será siempre moralmente superior, más bello, más saludable, más inteligente y humano que quienes comen carne de bestias. Al religioso de la nueva era le dan por el lado individualista robusteciendo su ego y objetivo cumplido: olvidar que la humanidad somos sólo Uno con todo lo existente y no egos separados.
Se come para vivir. A veces comemos comida de baja calidad por su escaso valor nutritivo. Pero el vegetariano debe vivir para comer y consumir muchos productos vegetarianos y atiborrar su estómago de pan y cereales para mitigar el hambre. Las consecuencias de una dieta en base a los carbohidratos enferman el organismo cuando se supone que no son dañinos pero los carbohidratos se transforman en glucosa. Y glucosa que no es metabolizada se convierte en grasa corporal. Por eso no es raro que existan vegetarianos gordos. Muchos médicos recomiendan el vegetarianismo a los viejos para que estos tengan menos complicaciones de salud a causa del deterioro natural de los intestinos y en sí de todo el organismo sin embargo siempre les recomiendan el pollo o pescado, casi nunca el vegetarianismo total como una alternativa saludable. Porque el ser humano no es ni puede ser totalmente vegetariano sino omnívoro, como los osos. Necesita de las proteínas animales y otros aminoácidos esenciales para estructurar molecularmente las funciones proteínicas y así funcione con regularidad tal y como fue diseñado. El vegetarianismo no produjo al hombre, fue al revés. Y ahora el vegetarianismo sirve para controlar mejor a la humanidad. Una humanidad enteramente carnívora sería incontrolable, guerrera y mucho más alerta, dinámica y saludable. Claro, comiendo vegetales, frutas y cereales, no sólo carne como si fuésemos leones. Algo así como alimentándonos exclusivamente de carne de caza, papas y hierbas como lo hacían los americanos nativos y estaríamos mejor física y mentalmente y de un espíritu en armonía con la naturaleza pues anteriormente sólo se tomaba de ella lo necesario para subsistir. No había mataderos industriales como hoy y existía equilibrio. Pero los conquistadores extinguieron el único animal con el que se alimentaban las tribus americanas, el búfalo, obligándolos a huir a otros territorios donde no habitaba y condenándolos a la decadencia alimenticia y posteriormente al exterminio lento y doloroso mientras el mundo ni siquiera se daba por enterado.
Después los nativos americanos le entraron a la dieta oficial e industrializada y entonces fueron tan enfermos como cualquier americano de la actualidad. Porque más que la carne animal, lo que genera enfermedades crónicas y muerte son las harinas refinadas, los azucares, los productos de carne industrializado, los embutidos y los organismos modificados genéticamente que no pueden ser nombrados como “alimentos” porque no obviamente no lo son.
Y ya que con estos mismos productos alimentan a los animales para engordarlos, quienes los comemos también engordamos y esas sustancias químicas y transgénicas nos enferman y engordan. De esto se vale el vegetarianismo para menospreciar la carne animal, y aunque tienen algo de razón, no lo es todo porque en pueblos donde el industrialismo no ha llegado a destruir la salud comen carne desde tiempos inmemorables y no están gordos, ni enfermos ni atienden ideas extrañas tipo “nueva era”. Y tampoco son brutos o inmorales. Y si engordan y enferman más bien es porque abusan de los carbohidratos, el alcohol y malos hábitos. Así como ingerir demasiadas grasas o dulces.
El vegetarianismo es una locura. Y tenemos que ser tolerantes tanto a las locuras individuales y como con las colectivas. El problema del vegetarianismo es que a veces es demasiado incongruente. Por ejemplo la gente que es vegetariana pero que también es drogadicta. No comen pollo, ni pescado o mariscos pero sí beber droga cola. O no comer huevos ni lácteos pero sí fumar tabaco o productos con glutamato monosódico, que es un veneno también canceroso y engorda Y hay muchos vegetarianos así. Por sentido común: ¿qué hace más daño al organismo: un pescado sacado de un río y frito en aceite o al vapor o beberse un litro de coca cola y una bolsa de papas fritas vegetarianas?
¿Cuál opción es más saludable al organismo? ¿Cuál opción enferma al cuerpo y cuál lo nutre?
¿Por qué consumir una opción es algo visto como un pecado, como un atentado a la salud humana y la otra es algo tan común, que está al alcance de todo mundo y que se puede conseguir en cualquier tienda de la esquina? Hay que tener mucho cuidado con quienes digan que es mejor tomar droga cola porque esta gente ha sido zombificada tanto por la bebida como por el vegetarianismo que es ya una creencia, una nueva religión, una entelequia más de control mental. El vegetarianismo de cierta manera es un fascismo. Hitler era vegetariano. El hombre vegetariano es un hombre dócil y manipulable. Como un caballo, otro animal vegetariano dócil y obediente, igual que el burro o la res.
Yoga, culto al cuerpo, el hinduismo, el control de la mente. Las tradiciones orientales, otros sistemas sutiles de control humano, aunque sean beneficiosos en muchos aspectos, requieren de cierto vegetarianismo para controlar –aguas!- a los MÁS DESPIERTOS, los diferentes, los originales, los creativos, los místicos, a los escritores y a los artistas. Todos caemos alguna vez en el vegetarianismo porque es una moda cultural de la década de los 60, de los hippies y el amor libre pero esos viejos patrones contraculturales falsos ya deben quedarse atrás. La industria “orgánica y saludable” son los principales promotores de la dieta vegetariana así como las sectas nueva era de corte anticristiano para control de la humanidad. Programas globales que son financiados por la ONU, que se creen ya el gobierno mundial y que de cierta manera lo son. Cuando algo está de moda y no pasa nada después de un tiempo, es programación cultural. Se necesita de la cultura vegetariana para conseguir una sociedad más dócil y pacifica para hacerla día con día más manipulable. Ciertamente los místicos deben ser vegetarianos, hacer ayunos, meditación diaria y comer frugalmente para alterar su conciencia naturalmente y unirse con lo divino, lo espiritual, según ellos. Sin embargo hoy por hoy el vegetariano contemporáneo no tiene nada de místico. Siempre habla de comida vegetariana, del ser vegetariano, su causa, su lucha, los derechos de los animales, todo el día está en internet y viste a la moda, sale a bailar, se desvela y consume alcohol y drogas. No todos, pero casi todos los jóvenes vegetarianos por moda viven en la misma frecuencia. Y ahora ya son ateos también y hacen yoga porque sus admirados vegetarianos famosos también negaban a Dios (como los Beatles) y de místicos no tienen nada.
El vegetarianismo es cursilería y la ignorancia de creer que sólo se vive una vez, que tan sólo somos este cuerpo material, polvo cósmico, changos con computadoras sin otro propósito que vivir una sola vida para siempre y no comer carne animal por miedo al mal karma o de reencarnar en algún perro o jaguar.
El vegetarianismo, mientras no sea por prescripción médica, es una vuelta a la adolescencia, una nueva y vieja forma de rebeldía contra los padres y contra una sociedad que todo devora a su paso también, ciertamente. Porque también hay quienes “nacen” vegetarianos, desde muy pequeños no les gusta el sabor de la carne o bien simplemente nunca han querido comer un trozo de carne animal porque les da asco. Ya quisieran otros niños comer una vez al año un pedacito de pollo o un filete pero no, viven a puros frijoles y tortillas, los que comen mejor porque hay otros que ni eso.
Pero el mundo siempre desarrolla otras maneras de que la niñez coma carne al menos de forma divertida en pizzas, hamburguesas, embutidos, dulces (los bombones y gelatinas se hacen con huesos molidos de cerdo y res) y al poco tiempo se vuelven tan carnívoros como cualquier vikingo.
Existe el café sin cafeína y la cerveza sin alcohol, existen azucares sintéticos que endulzan más que el azúcar común y que no engordan pero que causan cáncer. Y existe carne que en realidad no es carne sino SOYA un sobrevaloradísimo frijol chino al que los vegetarianos se vuelven adictos. Hay leche de soya, carnes de soya, embutidos de soya, hamburguesas de soya y quesos, salsas, cremas, etc. La soya es un corriente frijol chino, el 80 % transgénico, y que servía de alimento a las reses hasta que a alguien se le ocurrió vender ese frijol en forma de carne como sustituto “saludable” de productos de origen animal y que nunca logrará igualar en sabor pues es sólo un bagazo insípido que engorda y produce flatulencias. Además que económicamente a veces estos productos son más caros (y transgénicos) que los productos de origen animal. Como la soya es un alimento relativamente nuevo aun no se sabe a profundidad los efectos que pueda generar en el organismo porque es un experimento genético. Habrá que esperar un tiempo más para saber los efectos que produce en la salud por estar comiendo frijol genéticamente modificado, tal y como se hace con casi toda la soya industrial.
Sin duda hay una satisfacción moral o intelectual por ser vegetariano y alimentarse de productos exclusivamente de origen vegetal; el comer diferente al resto del mundo, el ser y pensar distinto a todos. Pero hay millones, sobretodo de jóvenes, que piensan exactamente lo mismo. Y como decía, es un vegetarianismo de moda cultural lo que nos heredaron los hippies y los gurús de la nueva era que no son más que fachadas de bienestar en pugna contra el cristianismo y tiene poco o nada de misticismo esa cultura vegetariana. Las estrellas pop y actores de cine de hollywood satánico son vegetarianos y promotores incansables del vegetarianismo y de las doctrinas nueva era como el budismo, los hare krishna, la meditación trascendental, el culto al cuerpo y la filosofía “sólo se vive una vez”, que es completamente falsa. Resulta que todos, vegetarianos y carnívoros, caemos en las trampas de la cultura publicitaria. Adquirimos un producto “saludable” de soya, pero no nos fijamos en los ingredientes que contiene. Confiamos y comemos, como becerros. Pues existen productos de carne que son de soya o que la tienen en gran parte o también hay productos de soya que contienen grasas o trozos de carne. Así que siempre nos dan gato por liebre. Pero nosotros siempre confiamos en los empresarios industriales y compramos sus productos.
Y a final de cuentas ¿Cuántos rastros han cerrado desde que la humanidad ha tomado la moda vegetariana en el mundo? ¿Qué tanto ha afectado a la industria de la carne el hecho de que nuestros adolecentes y adultos hayan dejado de consumirla? No creo que mucho. Por el contrario, la industria cárnica (y de la soya) ha ido creciendo y conquistado mercados nuevos y ahora es casi impensable para las masas el dejar de comer carne pues ahora con el alto precio de las frutas y verduras es casi un lujo consumirlas, mucho más el hacerlas la base de nuestra alimentación. ¿Es el vegetarianismo un factor de felicidad? Sin duda lo es. Al igual que el homosexualismo o las fiestas taurinas donde torturan sin piedad a un pobre animal entrenado para atacar un trozo de tela, nunca a un ser humano. El vegetarianismo puede producir cierto grado de felicidad por no consumir carne animal. Pero no significa que los vegetarianos estén exentos de críticas, como esos que lo hacen por miedo, moda, cultura, religión o capricho rebelde contra todo lo establecido. Los hippies se hicieron vegetarianos revolucionaron su alimentación pero al llegar a la edad adulta cambiaron las lechugas y panes por la carne y embutidos. Y la mariguana por el tabaco. El amor libre por el matrimonio. El cristianismo por una creencia y fe en los gurús de la tv y la moda. La creatividad por un empleo seguro que les entregue una miseria al mes cuando logren retirarse.
En fin, ser vegetariano no es ni bueno ni malo. Hay personas que no les cae bien la carne y la deben dejar por un tiempo o consumirla con poca frecuencia. Pero no hay como serlo con convicción, no por moda, no por religión ni vanidad. Y sobretodo entender que todos somos diferentes y hay quienes necesitan carne para sentirse bien y hay otros que no. Y no hay ningún problema. Lo ideal sería que hubiese una verdadera conciencia alimenticia para que nadie se quede sin comer en ninguna parte del mundo. Y contar con gobiernos verdaderamente preocupados por la salud de su pueblo y meter en cintura a los que producen alimentos de baja calidad, que enferman y al industrialismo que ha estado jodiendo a la humanidad desde sus comienzos a la fecha y si no ahí está la prueba, México es un país enfermo, obeso, deprimido. El país más gordo del mundo y el que consume más bebidas azucaradas. Eso sí es una verdadera epidemia, la comida chatarra refinada e industrializada, plástica y transgénica que han mermado la salud de un pueblo ignorante y dormido en sus laureles. No se enojen, yo soy semi vegetariano. Así nos tiene el gobierno de México: vegetarianos a fuerza
Bueno, que cada quien coma lo que pueda y quiera ¿no? La buena alimentación debe tener un equilibrio entre alimentos sanos de origen vegetal y otros de origen animal, lácteos y carnes.
Hoy ser vegetariano y comer carne sintética o de soya no es la mejor opción. Ni tanto que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre.
LA ERA DEL ENGAÑO
Dentro del fenómeno ovni o extraterrestre hay mucho vividor, desinformador, egoísta, agentes dobles y completos estafadores que por cacarear la propaganda ovni que circula en internet y la tv ya que bien saben que tienen un amplio mercado millonario que se traga todo lo que les digan sobretodo a los jóvenes y a los desinformados o la borreguiza, sin afán de ofender, pero toda esa gente que cree en lo que dice la tv y que es indiferente a estar bien informado. La gran mayoría de estos llamados ufólogos o más despectivamente conocidos como “conspiranóicos” están en este juego por razones económicas meramente y no tanto por estar interesados en decir la verdad. Son propagandistas de las teorías de la conspiración que les autorizan hablar porque de otras cosas nunca dicen nada y si en verdad alguien estuviera dando información muy exclusiva pronto les echan un hacker y en unos minutos les sacan a quien sea hasta los calcetines sin quitarles los zapatos y jamás se sabe lo que no quieren que sepa y por eso si quieren estar medianamente en el negocio de la conspiración y hacer su dinerito vendiendo libros, conferencias, videos y cobrando por información, deben hacer pacto. Si no pues no olvidar que son como una mafia y es su changarro lo de estafar a la gente que se deja y les dan audiencia. Estos tipos pasarán a la historia como lo mamarrachos y mentirosos que fueron, mientras ni es mejor decir nombres porque algunos son escritores y no hay nada peor que salir de pleito con un escritor porque son como gangsters de rencorosos. Hay mucha información pero uno hace bien en no darles promoción porque ellos siempre tienen sus anzuelos con carnada, de alguna forma sus temáticas pescan a mucha gente necesitada de alguien que les alumbre un poco el panorama pero lamentablemente no se acercan a alguien espiritual, que lea la Biblia porque a la gente les gusta las personas que aparenten conocimiento en cualquier otra cosa menos en la Biblia porque la ignorancia la considera que es una mentira o que nada se le puede sacar pero en la Biblia está toda nuestra historia humana. En fin. Pero sigamos con estos vivales vendedores de humo... Venden gato por liebre porque ellos son desinformadores a sueldo como cualquier locutor de las noticias de las 6 (hora favorita de Satán para engañar)
Se sabe que muchos ufólogos y conspiranóicos son masones, ocultistas, yoguis, doble agentes desinformadores que dicen una que otra verdad entre sus muchas mentiras y propaganda. ¿Por qué? Porque la elite es dueña de todos los medios de comunicación. En la tv no veremos nada contra los masones o los presidentes, contra los dueños del mundo, etc. Mucho menos reportajes que cuestionen asuntos como la vacunación innecesaria, los chemtrails que son esos carriles de químicos aviones que pasan fumigándonos todos los días. Lo que la tv , la radio y los periódicos siempre dirán es que son otra cosa, por ejemplo que esas fumigaciones sirven para hacer que llueva o que es un funcionamiento normal de los aviones. Y le dedican cinco minutos y de inmediato pasan a otra cosa y a la gente que ve televisión todo se les olvida y ya nunca se vuelve a cuestionar esas cosas. La Biblia misma recomienda cuestionar todo y asirse sólo a lo bueno, a lo correcto, a lo real.
Incluyendo todo lo que está aquí escrito hay que leerlo críticamente , que a pesar de ser un libro hecho al momento, con errores de dedos y a veces con ideas no muy claras y mundanas de vez en cuando, pero tiene el sentido correctivo y un apasionado amor por la verdad, por Dios, la familia, la gente y la verdadera felicidad. Conservador, si gustan. Pero no fanático. Y mucho menos hipócrita ni mentiroso. Este encuentro llega a usted por el Espíritu Santo que nos ha transformado y llenado de bendiciones. No por nuestro ego, fama o exposición mesiánica o reconocimiento material o mundano.
Pero muchos de estos zánganos viven de la mentira y lo hacen muy bien sobre las naves voladoras dicen que vienen de otros planetas cuando Hitler, según otros mismos conspiranóicos, también tenía sus propios ovnis en los que viajaba. En México hay mucha tradición de lo paranormal y se cree en seres de otros planetas desde hace mucho. En la cultura antigua mexicana existen numerosos mitos y leyendas sobre seres de otras galaxias, antes les llamaban dioses, y que estaban aquí para gobernarnos. Otros dicen que ellos nos crearon mezclando su genética extraterrestre con terrícola. Pura y dura estupidez, mito y dogma. Si no hace falta investigar demasiado para constatar que México está parasitado por el mal ¿Por qué nos llenamos tan fácilmente de tantas mentiras y abominaciones? ¿Hay algo mejor que creer que Dios hizo todo, que la creación misma es una prueba irrefutable y bíblica de su existencia puesto todo esto no se hizo de la nada? ¿Es más acertado confiar en lo que dice un libro sagrado que ha resistido a través de los siglos o lo que dice la tv y sus propagandistas conspiranóicos en libros acientíficos, en el radio y en internet? También hay unos cuantos doble agentes que trabajan secretamente con las elites o con la mafia del Vaticano a quienes les sueltan a cuentagotas un poco de información exclusiva y más veraz y crean un tipo de propaganda un poco más difícil de descubrirla por completo y que están en el negocio precisamente para darle credibilidad selectiva a las teorías de conspiración y estos se las dan de héroes y santones gurús, contactados de seres extraterrestres "buenos" que revolucionarán la vida humana. Mentiras para captar a un sector harto del cristianismo institucional pero son parte de la decepción pues se dan casos de que mucha de estos conspiranóicos sean hipócritas y escriban con la izquierda pero cobran con la mano derecha y hacen de la desinformación su modus vivendi. Existe la gran posibilidad de que al no ser cristianos de corazón y hablen de Dios impersonal es porque estén parasitados por el mal, que hayan vendido su alma a cambio de fama y dinero o que de plano sean unos ignorantes y espiritualmente bobos, cocainómanos, borrachos, new agers o que hayan consumido mucha droga en el pasado y se hayan echado a perder el cerebro y que permitieran que se les pudriera el corazón. ¿Cuál es la solución entonces? La Biblia. El libro sagrado nos habla que desde nuestro origen el hombre se alejó de Dios creyendo que podía ser igual a Él, cayó seducido por la serpiente Satán y esa es nuestra triste historia hasta la fecha que gran parte de la humanidad sigue tomándose las cosas con mucha calma creyéndose libres y que están escogiendo del mundo lo mejor y viviendo al límite. Es preferible ser un ignorante que creer semejante mentira, que el mundo es una realidad. Satanás es el rey del mundo que se está cayendo a pedazos actualmente. La iglesia católica siempre ha sido un obstáculo al verdadero desarrollo de la conciencia de Cristo, no hace falta investigar mucho para saber que su actuar desde hace siglos ha ido contra el espíritu de Dios pues son, han sido y serán hasta el ultimo día de vida que les quede un aliado fiel y brazo operante de Satanás. La iglesia está influyendo bastante con la programación cultural de los ovnis y de los reptilianos para encubrir donde hasta les sea posible el satanismo que impera en esa institución mientras ellos son lobos que se disfrazan de corderos como el Papa Francisco que es un hombre malo con disfraz de bonachón y sabio pero es masón, satanista, judío, gay, new ager y anticristo. Si fuera realmente cristiano no sería el Papa. Así de sencillo. Es el rey del mundo. Esta gente como hacen otros poderosos, juran sobre la Biblia. ¿Qué significa ponerle la mano sucia y asesina al sagrado libro? ¿es una burla? Obama, musulmán, masón ¿qué jura por la Biblia? ¿Destruir el cristianismo? ¿Para qué juraba George W. Bush sobre la Biblia, para matar gente y enriquecerse? La gente hace la relación por el respeto que le tiene al libro sagrado que esos demonios están diciendo la verdad. Pero para ellos destruir el cristianismo es una realidad. Dentro de sus cultos oscurantistas secretos y masónicos algo ha de significar jurar sobre la Biblia pero la versión oficial no es la verdadera, la que usted, yo y todos requerimos. Esas verdades no nos la van a decir. Mucha gente no lee la Biblia porque en el catolicismo no se promueve su lectura, es mal visto. Lo respetan tanto que la gente jamás la abre. La mayoría, no generalizo. No hay mejor manera de respetar la Bilblia que leyéndola. No se le debe un respeto que la aleje sino todo lo contrario. Porque está eso o no nos queda de otro que creer todas las estupideces y mentiras que nos bombardean la mente los medios y ahora también los conspiranóicos con tanta desinformación y propaganda científica y eficaz que nos esté alejando de nuestra realidad. ¿Cuál realidad? Pues que no ha cambiado mucho nada desde hace siglos, que el mal ha ido mutando y su manipulación es cada vez más sutil pero eficaz. Antes eran demonios, hoy son extraterrestres. No es un invento que los más poderosos políticos y presidentes sean satánicos. Los satánicos no son solamente aquellos que visten de negro, beben sangre y escuchan rock de Inglaterra y sus remedos americanos, porque satanista es todo aquel que esté contra Jesucristo, sabiéndolo o no, aceptándolo o no. Nada de extraterrestres, son demonios. Vivimos en un mundo satánico que está parasitado por el ángel caído y legiones de demonios que han logrado mimetizarse en lo humano. Y que las religiones, el gobierno, la cultura y los medios de información están sirviendo a esta causa a cambio de la perdición eterna de sus almas pues los demonios son muy astutos y los hacen caer en todas sus trampas. Toda la gente parasitada por el mal le sucede porque se aleja de Dios y se pierde en el mundo. La vuelta de Cristo, como predice la Biblia, está por suceder.
Dichosos los que se arrepientan. Los últimos serán los primeros…No hay que olvidar que por sus frutos los conoceremos. Si lo que dice una persona es con base espiritual cristiana o si lo dice un personaje por dinero o sólo por ser un trasero famoso o popular. Incluso en los que se dicen cristianos hay mucho mentiroso y anticristo que siempre serán la decepción.
No queda de otra más que orar. Recogerse en silencio, orar como Jesucristo enseñó a la humanidad. Humildemente, con amor y seriedad. Y pedir claridad en todo esto, pedir valor y fuerza porque estamos en la era de la decepción. Nos quieren débiles, miedosos y callados.
Y que les demos hasta nuestro último centavo en la bolsa para seguirse dando la vida de reyes. Estos parásitos nos quieren ver enfermos, tristes, drogados y sin Cristo.
No hay que darles el gusto. Resista a la mentira y el nuevo orden mundial satánico.
Bendita la juventud que todavía tiene una esperanza de cambiar a pesar de la programación mental cultural que padecemos todos. Los viejos no lo están logrando, al contrario: los viejos programados por la cultura son más aferrados a sus propias ideas. Quizás cuando estén tirados en una cama sin poder moverse se desprogramen, se desconecten de lo irreal y le dediquen sus últimos pensamientos a Jesucristo para que se apiade de sus almas necias. Pocos captan la esencia de la programación cultural que funciona socavando sutilmente la fe cristiana familiar en el mensaje de amor, unidad y verdad. El clero, el gobierno, la iniciativa privada, las sectas, los medios de comunicación, intelectuales, conspiranóicos trabajan en conjunto en la destrucción del cristianismo desde siempre. El antídoto a todo esto es desprogramarse y volver la conciencia a Cristo. Aunque se lea “fundamentalista”, aunque nos tomen por locos o fanáticos. Una vida plena y llena de bendiciones donde nada hace falta porque lo tenemos todo, en verdad vale la desprogramación de algo que fue creado para generarnos insatisfacción y decepción toda la vida. Muchos son los llamados, pocos los elegidos. Estamos ya en la era del engaño.
¿EXISTE LA CIENCIA?
El título de esta entrada es una broma y venganza. La ciencia se ha encargado de negar a Dios por mucho tiempo cuando es extraño que no vean la creación como una prueba de un Creador, de una Inteligencia Suprema detrás de todo lo creado.
Lo que sigue es una impresión de la ciencia que tiene de ella un humilde hombre de fe contemporáneo. Antes que nada es necesario aclarar que no por profesar la fe cristiana signifique que se menosprecia la ciencia ciegamente. Así como muchos científicos consideran algo raro la religión o como una superstición también hay muchos cristianos que tienen sus reservas para con la ciencia como lo máximo que haya existido en la humanidad. La ciencia es también como una religión si consideramos algunas de sus más famosas teorías, por ejemplo la teoría de la evolución que tiene gran aceptación y que se ha enseñado por décadas de educación laica prácticamente en todo el mundo. Incluso la cultura popular se encarga de promoverla quizás más de lo que se ha promovida la idea de un Dios Creador de todo lo visible y lo invisible como dice la Biblia. Recientemente sabemos que quienes cuestionen la teoría de la evolución en Estados Unidos pueden perder su empleo como docentes. También de que allá existen cursos para defender la teoría de la evolución del bullyng creacionista, una posibilidad que más bien pudiera entenderse a lo contrario pues es la “ciencia” evolucionista la que se empecina en demostrar que el hombre viene de un chango y que éste proviene de una célula que surgió de la nada hace millones de años en un pequeño mundo perdido entre trillones de galaxias. Si, millones y millones de galaxias pero se resisten a creer que exista un solo Dios Creador. El cristianismo se postula como la verdad del ser humano. Particularmente consideramos el cristianismo como las grandes ligas (religión, religar) del conocimiento del hombre y de su relación con el Creador omnipotente. La ciencia es un humanismo que se preocupa de las materias considerando al ser humano como una materia más con la misma importancia que cualquier otra entidad biológica, por ejemplo un conejo o una cucaracha. No se trata de menospreciar a la ciencia, sin duda ha logrado grandes cosas. Tiene tantos siglos dedicándose al conocimiento de los elementos, sustancias, tiempos, velocidades y transformaciones que ni modo de que no hubiesen logrado algún bienestar. Pero la ciencia nunca lo es todo. Ni lo será. Primero porque el hombre es más que una entidad biológica con su respectivo ciclo de vida y muerte. Para la ciencia sí, uno nace, se reproduce, vive y muere y allí termina todo. La ciencia sólo se ocupa de lo que se puede ver, de lo que el raciocinio les permite conocer. Y esa es una verdad, no enorme, no inmutable. Pero hay otras verdades que muchas veces no se pueden apreciar con la simple observación.
En la Biblia dice que Dios creó todo lo visible y lo invisible. Que fuimos hechos a su imagen y semejanza, no una semejanza física, cerebral o mental, sino a semejanza espiritual. Un chango tiene inteligencia, como las moscas o las hormigas. Pero no tienen espíritu. Para la ciencia un hombre y un conejo son entidades biológicas muy parecidas y clasificadas exclusivamente como mamíferos. Para Dios no son lo mismo. No es una creencia porque aún viéndose de una manera puramente biológica la ciencia debe reconocer que el hombre está mucho más evolucionado que cualquier otro mamífero. Sin embargo la ciencia no está exenta de errores e inutilidades. Nos dicen que gracias a las ciencias algunas personas han llegado a la luna ¿pero como se regresaron aquellos astronautas? Para llegar a la luna la ciencia crea bases, cohetes, toda la tecnología de punta, todo tipo de conocimientos de la física, matemática, etc. ¿Y de regreso? ¿Una base espacial viajar de la luna a la tierra de regreso no es necesaria?
Y es similar desde la ciencia los planteamientos a la religión. Lo que es una realidad actualmente es que a la ciencia le interesa mucho defender a toda costa la teoría de la evolución casi como un dogma de fe si no es que más. Quien ha leído la Biblia, fundamento del cristianismo desde siempre, no puede aceptar que fue evolucionando de chango a lo que es actualmente por algunas razones que saltan a la vista: Si el hombre tiene como ancestros a los simpáticos changos ¿por qué siguen ellos aquí? ¿Por qué si descendemos de algún tipo de mono especial aún no encuentra la ciencia las pruebas concretas? ¿Por qué dice que la luna tiene billones de años y tiempo después afirma que tiene unos cuantos millones luego que miles y después concluye que en realidad son 5 millones de años de existencia? ¿hasta cuando lograrán ponerse de acuerdo en la edad definitiva de la luna? ¿no les bastan los altos presupuestos que los gobiernos destinan a las actividades científicas de esa magnitud? Al parecer no.
¿Existe la ciencia? pues al parecer si, es algo que se necesita para supuestamente ir a la luna a traer piedras y tierra. Se gastaron miles de millones de dólares en el viaje, para algo han de haber servido.
Se queja la ciencia de la creencia religiosa, que le falta rigor crítico, que es fanatismo, que Dios no existe, que Cristo era sólo un humano como cualquier otro, que venimos del mono, que hay calentamiento global, que hay razas humanas superiores (como los nazis antes y ahora los judíos sionistas) tenemos que el cristianismo sí aprovecha la ciencia para conocer a Dios, por ejemplo el internet , científico, ha llegado a ser una herramienta elemental para una mejor comprensión del hombre y de su destino con Dios. En cambio la ciencia arrogante hace a un lado toda espiritualidad y se enfoca en la materia y nunca en el más allá que también es bastante importante. El cristianismo considera a la ciencia amiga, pero la ciencia se avergüenza del cristianismo. Y ocasionalmente se burlan de las creencias cristianas, mismas que no han podido CIENTÍFICAMENTE refutar. La ciencia nunca ha podido demostrar que Dios no existe. Es ridículo pensar que el 4% de materia que existe en todo el universo haya sido creada de la nada y sólo porque sí. Cuidado con creer esto porque alguien que cree de esta manera debe aceptar que su vida es un accidente. Ni toda la ciencia es buena ni todo el cristianismo es el Vaticano y sus asociados. Ahora bien, ¿por qué razón muchos científicos, médicos y astronautas por ejemplo, son masones? No creen en Dios pero son buenos para adorar a Satán. Para el religioso todo poder viene de Dios, para el científico todo poder viene de uno mismo. ¿Quién se equivoca? Lo que es cierto es que la ciencia participa en muchas cosas que van en contra de la humanidad. Por ejemplo, el desgraciado de Bill Gates dona millones de dólares para que vacunen a los niños pobres de África. ¿Qué no necesitan alimentos, hospitales, tractores u otro tipo de bienestar? No, van y los vacunan. Y la tasa de mortalidad en el continente negro es alarmante sin que prácticamente nadie haga nada, siendo posible, habiendo una ciencia que pudiera hacer la diferencia. En cambio las religiones, una colección de supercherías –según los científicos ateos- van y les reparten pan, alimentos, medicinas, materiales para sus casas, van y hacen pozos de agua, reparten alimentos y bienes. La ciencia con inyectarles quien sabe qué cosa ya creen que cumplen con su cuota de humanidad. Cualquier cosa que viniera de ese demonio Bill Gates es como para estar alerta, es preocupante porque el tipo es patrocinador de programas eugenésicos, pretenden reducir la humanidad porque a los ricos les damos asquito y los pobres del mundo son una amenaza constante a su tranquilidad. Ciencia, no para el mejoramiento, proyectos científicos que coadyuvan a la destrucción del hombre. Igual los alimentos antinaturales pero que son un gran negocio para sus productores. La ciencia al servicio del mal, sin duda. Si no del todo, participa, colabora en hacer un mundo peor. Ahí tenemos a la ciencia militar y mercenaria. Todo lo que implica ir contra Dios es la muerte misma. Dios es Verdad, Amor. Dios quiere ser adorado, según la Biblia, en espíritu y por su Palabra. Quizás un día la ciencia descubra el secreto de la inmortalidad y en un futuro el hombre rico viva muchos años, porque un mundo de inmortales no parece el objetivo principal de una ciencia materialista sino todo lo contrario. Y desde luego, la inmortalidad sería para quien pudiera pagarla. Y se las comprarán. Siempre habrá necios que crean que sólo somos materia, un cerebro lleno de grasa que sueña con llegar al sol o por lo menos a unos planetas más cercanos. Adelante changos científicos, ustedes podrán un día conseguirlo. Los espera el infinito material y más allá. Nosotros los cristianos desde aquí los veremos llegar y les daremos un gran aplauso por sus logros.
MAS TURBADO QUE NUNCA
En México no existe un equivalente al american dream, el sueño americano hoy pesadilla. El mexicano de estos tiempos ha perdido su capacidad de soñar. Se cree despierto, listo, astuto pero el mexicano no duerme, vive en estado mental de masturbación y de ese estado ilusorio al estado de la auto destrucción ya no hay unos cuantos pasos pues son esencialmente lo mismo. No es el tema la educación sexual porque lo que haga la gente con su sexualidad no nos importa sino el estado mental necesario para las prácticas masturbatorias es lo que actualmente está impulsando a muchos mexicanos a salir adelante. Por ejemplo, el futbol. Ya viene el campeonato mundial y es cuando el mexicano no quiere saber nada del mundo y se dedica a tener en la mente todo el día los juegos. Cree que el equipo mexicano de futbol puede hacer un gran papel en el campeonato mundial. Lo único que consigue es distraerse de las cosas realmente importantes que le están comiendo no sólo el presente sino también el futuro cosa que a estas alturas para los enajenados del futbol ya nada les importa. Poder de negación. Fantasías de triunfo. El gol es orgásmico. De lo peor es la gente que imita a los narcotraficantes como ejemplo de una vida próspera y deseable. Escucha narcocorridos, usa las mismas drogas que los narcos y los mismos supuestos pasatiempos y filosofía de vida. Y le rinden culto a la santa muerte y se compran una pistola. Así hay miles de jóvenes en estas condiciones pero les gusta ser notados y son famosos por sus escándalos y vida desenfrenada. Estos subnormales empiezan payaseando y acaban secuestrando y matando gente para rituales satánicos. O ellos mismos servir de sacrificio. Los mexicanos vivimos así porque por años sido dirigidos a vivir infrahumanamente gracias a la tv y a la iglesia católica que tiene una gran participación en el control mental mexicano con programas pseudoreligiosos y anticristianos en tv abierta como en la privada. Muchos dirán que esta problemática mexicana no es cosa de vida o muerte, pero en realidad lo es en todos los sentidos sólo que en asuntos que ahora ya no importan mucho como la muerte espiritual y del alma, la muerte de la inteligencia o el ocultamiento de la verdad. Lo conocemos como estado masturbatorio porque la mayoría de las personas que son las que juegan un rol importante a la hora de desnivelar la balanza, la gente que sólo piensa en lo inmediato. En el fin sin importar los medios ni las consecuencias. Si esa gente no vive acuerdo a la verdad no se ama ni se respeta y por lo tanto no puede amar ni respetar la vida de los demás. Ese es el verdadero problema. Si nos fijamos bien, el problema no es religioso sino espiritual, la ausencia de ella. Y este envicia todo lo que estaría siendo pensado. Y es difícil salirse de esa lógica. Los políticos, ellos sí grandes masturbadores compulsivos mentales, desembocan todo talento que les ayuda a mantener en la mentalidad colectiva la idea de que son verdaderamente útiles, aunque corruptos e ineptos. Porque el día que la mayoría se pueda dar cuenta que se requiere otro tipo de gobierno, no haría nada hasta cambiarlo. Pero un cambio radical así en las mayorías se antoja posible. Y lo que es posible y que les resulte un hipotético problema ya existen varias hipotéticas soluciones.
El sistema no hace falta llevarlo al loquero o con un psicólogo. El sistema fue creado para fallar por lo menos en lo más esencial que es la religión, tecnología, la economía, los medios de producción, el descontrol social actual en todo el globo, etc. El mexicano promedio en su compulsión masturbatoria no puede ni pensar que en su país nada tiene aparente solución y todo empeora porque no tiene país sino que su patria es un Estado más de USA disfrazado de país. La masturbación mental nos hace pensar que sí somos un país próspero y con mucho futuro. No queremos pensar nada feo de nuestra patria. ¿Pero qué si es totalmente verdadero? Pues la realidad no arroja mejores resultados, no tenemos un presidente sino un personaje ahí con su copetito y su esposa ex actriz de tv novelas (control mental y erotismo mujeril de baja calidad) que son algo así como administradores de una empresa, no un estadista al que haya que respetar. Pero un millón de mexicanos se dieron cuenta de la estafa y otros 80 millones no, y así permanecerá hasta que termine su periodo y se largue al extranjero como el ex presidente Calderón que ya ni en su tierra lo quieren; este tipo vive también en su propio estado mental mastubador porque cree que fue un gran presidente y que nos salvó de los demonios que él mismo les abrió la puerta. Además de que perdió las elecciones siempre lo siguió la sombra de la corrupción. Así son los últimos presidentes que han mandado en México los últimos años, excepto Fox, todos han salido de las universidades masonas de Estados Unidos porque son fieles al nuevo orden mundial satánico y no tienen otra obligación más que la de servir a los oscuros del más allá que actúan en el más acá.
Y como a la gente no le gusta pensar en estas cosas pues no le queda de otra que imaginarse que todo es de diferente modo. Por ejemplo me entero que la doctrina objetivista aconseja a las personas no sólo la masturbación al no tener pareja cerca sino que recomienda negarse a la realidad si el hacer esto le proporcione algún tipo de felicidad o gratificación económica o emocional. Habremos fracasado como padres cuando nos enteremos de que nuestros hijos son fanáticos a la santa muerte, a los narco corridos, que se hicieron ateos, satánicos o homosexuales. Pero muchos padres que no quieren ver este evidente fracaso, viven en un estado masturbatorio mental que pronto pasa a cobrar factura. Salir del shock masturbatorio puede ser traumático. El vivir en estado masturbatorio es complicado porque nos hace perder los pies de la tierra. Como en la masturbación nadie quiere ser interrumpido mientras se realiza, igual pasa con vivir en esa burbuja masturbatoria del pensamiento como fuga de la realidad y no interesarse por nada. Quizás participando en algo, interesarse un poco por los demás cambie sustancialmente las cosas. No se sabe porque aún no queremos salir de nuestra zona de confort y este sea adictivo. Puede ser que lo que pase es que no sepamos que podemos estar mejor y no hacemos nada de nada. A veces se sale un poco de la masturbada mental pero tarde o temprano siempre se regresa ahí porque es la satisfacción más inmediata y menos complicada. Y barata. Además nos evita pensar, esa actividad exclusiva de locos.
Y no es criticar sólo por hacerlo ni por sentirnos superiores. Todo esto sale a hacer una pregunta: ¿No es mejor vivir en la realidad por muy dura que parezca? ¿Hay quienes sí pueden o hacer su mejor esfuerzo y hay otros que no les interesa cambiar y mejor se la viven fantaseando y creyendo que las cosas son lo primero que no se nos venga a la mente?
A veces uno escribe para cerciorarse de que está solo en el mundo buscando la verdad. O entonces la realidad es todo aquello que la mayoría dice que es, faltaba más. Uno es el que vive de fijado, equivocado, preguntón, amargado y desilusionado.
