martes, 4 de octubre de 2022

BIENVENIDOS AL CAOS VIAL


Distinto a Tijuana en donde no puedes circular sin placas ni a la esquina porque la policía multa, en Ensenada se vale de todo. Si no quieres registrar tu carro, si lo traes con placas falsas, sin importar el vehículo, sin licencia ni nada. Acá no hay ningún problema. También te puedes pasar los altos, semáforos en rojo, dejar el auto estacionado en línea amarilla, bajar a los niños en la escuela en segunda y hasta tercera fila, no hay pedo. Es más: lo puedes hacer estando un policía cerca. No hay problema. Si te detiene un policía es, probablemente, sólo porque está aburrido o fuiste muy obvio con la infracción. Igual y el policleto ya sacó para su desayuno, su café y sus cigarros y más tarde que necesite hacer otro gasto hormiga y detiene a cualquiera por cualquier cosa y los deja ir previo el pago de 100 o 200 pesos. Y así se la viven. 
Como las calles están todas jodidas, rotas, con baches que parecen cráteres la gente se va por donde haya menos hoyos sin importarle invadir el carril contrario. También lo hacen habiendo policías circulando en la misma dirección, pues siempre los patrulleros hacen lo mismo. En ninguna otra parte que he manejado había existido tanta permisividad. 

En el sentido vial Ensenada es un pueblo casi sin ley. Lo que me sorprende es que no halla tantos accidentes en una ciudad anárquica. Sí que los hay pero en una ciudad en donde les importa un pito las reglas viales era para que hubiera más, mucho más. Lo que sí es que sí te roban el carro o si se lo llevan al corralón y al no tenerlo registrado es muy poco probable que lo vuelvas a ver en tu vida. Como es un pueblo sin ley, pues no hay que chillar. 
No me resulta extraño que las carreras Baja 500 y Baja 1000 sean los eventos más esperados en la comunidad, la mayoría de la gente maneja como aspirando a ser un corredor de esas carreras todo terreno. 

En conclusión: manejar bien en Ensenada no tiene mucho sentido. Uno se ve ridículo  haciendo alto detrás de las líneas peatonales o no dando la vuelta en U en cualquier lugar.
Ya se la saben cuando vengan a la Cenicienta del norte.