La borreguiza, la siempre ingenua y obediente humanidad, la gente sencilla y adorable que sólo quiere vivir su vida tranquilamente, creyó que era conveniente usar todo el tiempo gel antibacterial cada vez que entra a un establecimiento. En un tianguis callejero he visto que en cada puesto tenían un bote de gel. Si los clientes entran a varios locales a ver o hacer sus compras, se deben poner gel antibacterial cada vez. Si entras a 10 o 15 locales te debes poner gel antibacterial cada vez. Aparte de estar con el estúpido cubrebocas todo el tiempo que se esté en el mercado callejero.
Diálogo 100% real
-Señor, póngase gel antibacterial por favor.
-Ya me eché una vez, no estés chingando, cabrón. No me voy a poner gel en cada puesto, no soy subnormal.
En la calle andamos COMO ANTES, SIENDO PERSONAS NORMALES, COMUNES Y CORRIENTES. Pero en el ttansporte público hay que llevar el maldito bozal.
NADIE SE DIO CUENTA QUE NOS QUITARON EL DERECHO MÁS ELEMENTAL DE TODO SER VIVO: EL DERECHO A RESPIRAR LIBREMENTE SIEMPRE Y EN TODO LUGAR.
-No, es que la pandemia...
-Será fraudemia. Váyanse al maldito carajo, se metieron con nuestro OXIGENO. No quieren que respiremos aire normal sino contaminado, quieren que sigamos respirando nuestros propios desechos, nuestra propia mierda.
¿Quienes quieren que estemos respirando nuestras propias toxinas?
Pues el culo gobierno, la ONU, los comunistas, los masones, gobernantes y empresarios. Tener sometida y en silencio a toda la gente es su mayor y sádico placer.
La humanidad está perdiendo su dignidad. De personas nos están volviendo mascotas o ganado. Sin resistencia, solo por miedo difundido en medios masivos como la tv, el radio, los cochinos periódicos y las redes sociales de mierda.
Y luego la gente que es repetidora que los contagios, que las muertes, que las variantes, que los hospitales. Repitiendo como pendejos por año y medio la misma cantaleta.
Estos son tiempos odiosos. Siempre han sido malos tiempos pero los actuales no tienen perdón de Dios.
Antes odiar a la humanidad era un pasatiempo placentero, como comerse una barra de chocolate cada cierto tiempo.
Pero ahora ya son tantos los odiables que mil vidas no bastarían para odiarlos a todos. Ya no es un pasatiempo sano. No se puede vivir odiando la humana estupidez, es una tentación que consume, agota y desmadra. Reduce las ganas de vivir una vida larga, próspera y tranquila. El mal está aquí. Hay muertos, siempre lo hay. Pero no hay más muertos del bicho que de muchas otras enfermedades. Pero les encanta el drama, la exageración y la psicosis colectiva.
Toda esta cosa de la fraudemia es mierda, por lo inútil, pero mierda satánica, un odio exacerbado por el ser humano.
Y sin resistencia que valga. Por lo tanto se espera que a partir de lo que el mundo vivió con la fraudemia en aquel marzo de 2020 todo siga empeorando.
Al menos no hay un punto atrás que nos haga mantener una esperanza.
Porque todo va a empeorar.
