miércoles, 15 de septiembre de 2021

SER RECORDADOS

Ser inteligente es duro, es triste. Si los medios masivos son filosóficos nos podemos cerciorar que, por lo menos en la tv, la vida de adultos es miserable. La fórmula de la felicidad ya ni en los niños se vislumbra.

Yo sí creo en la felicidad pero no le tengo mucha fe. La felicidad para mí es un espejismo. Y sí debe haber un acercamiento. A mí me haría muy feliz servir para algo y no hablo de política. 
Pero para cualquier cosa que se quiera hacer por los demás se necesita mucho dinero.
Incluso la contrarrevolución necesita de financiamiento.

Estamos en un proceso de empobrecimiento técnico de orden socialista/sucialista con esto de la pandemonia.

Gacho es tener mucho dinero y no hacer nada por los demás, no querer dejar huella es algo un poco frustrante y difícil. Pero también los pobres queremos dejar huella, no ser olvidados. Ayudar con algo que no pueda dar cualquiera, con un mejoramiento de la humanidad.
Y es que el idealista también está en la supervivencia, en el diario sobrevivir. 
¿Cómo hacer algo bueno por la comunidad y sin dinero? 
Me lo he preguntado muchas veces a través del tiempo. 
El dinero que hay es para pagar servicios y comer huevos, frijoles y tortillas con chile. 
Hace falta hacer más dinero. Más trabajo y menos fiestas, drogas y antojos tontos.
Los pobres son olvidados más pronto.
Cuando eres rico todo mundo te recuerda.